El candidato a diputado nacional Florencio Randazzo no cree ni en la polarización ni en la "inconciencia" de la gente de volver a votar por "el kirchnerismo o el macrismo". Sostiene ser un referente con experiencia de gestión y que ha sabido decir que "no" de acuerdo con sus convicciones.
Florencio Randazzo se niega en hablar de grieta y tampoco acepta que la gente siga tropezando con piedras “que han demostrado su más absoluto fracaso” en la conducción del país. Se refiere al Frente de Todos, o kirchnerismo, y a Juntos por el Cambio o macrismo, según sus palabras.
“El macrismo y el kirchnerismo terminaron, fracasaron y no podemos creer que los que nos llevaron a este lugar sigan teniendo la fuerza que los medios creen que tienen”, se enoja. Casi que no puede creer el pensamiento de una sociedad que todavía, según todos los análisis, sigue deambulando en dar su voto en cualquiera de las dos alianzas más importantes de la Argentina.
Para peor, según la expectativa de Randazzo y su equipo de trabajo cotidiano, el Frente de Todos y Juntos propondrán candidatos que siempre se mostraron más cercanos al centro que a los extremos. Gabriel Katopodis, fundamentalmente, alguien que él conoce muy bien porque fue el único intendente que llevó su lista en 2017 con CUMPLIR, personifica la cara más moderada del Frente de Todos.
Facundo Manes, quien a propios y extraños le reconoce que su función principal en esta campaña es sacar el estigma “amarillo” de las propuestas opositoras, también trabaja por una variante mucho menos extremista.
“¿Me pueden explicar la experiencia de gestión de muchos que aparecen en los medios como los nuevos salvadores?”, pregunta, irónico, porque sabe la respuesta. Y ahí de nuevo expone, con razón, algunos de sus éxitos como funcionario, primero en la Provincia de Buenos Aires, con Felipe Solá, y luego en el tortuoso último tramo de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Cuando se le recuerda su pasado de ministro kirchnerista, “el flaco” se reconoce como “un hacedor” mucho más que un “alcahuete” o “exégeta” de la vicepresidenta. “A mí nadie me puede decir nada. Yo quise ser candidato a presidente, eligieron a Daniel Scioli, entonces no fui nada”.
“Me trataron de convencer para que sea gobernador y le dije que no. También para que encabece la lista de diputados nacionales en Unidad ciudadana, en 2017, y también me negué. Nadie le dijo tantas veces que no a Cristina”, se ufana, con razón.
En un diálogo franco y abierto, Randazzo no comprende cómo los medios siguen “insistiendo en la polarización”, como si fuera una creación publicitaria y mediática. “Para eso ni nos presentemos”, se queja.
Cuando analiza las encuestas, observa que hoy cerca del 35% de la población se considera no identificada con ningún partido político y que el 15% es peronista no kirchnerista. “Es, como mínimo, lo que sacamos en conjunto en 2017 Sergio Massa por su lado y yo por el otro”. Ahora, con el presidente de la Cámara de Diputados en el Frente de Todos, confía en ser un espacio para traducir todas esas voluntades.
A una semana de la presentación de listas, cree en poder dar un mayor impacto con la presencia de figuras que lo ayuden a traducir su idea. La necesidad de algo nuevo, casi revulsivo, que deje de lado los fracasos políticos de los últimos años. Una propuesta que, con él, le agrega experiencia positiva de gestión.
Fuente: MDZ, ALEJANDRO CANCELARE