La solución consiste en reemplazar las celdas fotoeléctricas con una pequeña computadora que controle el encendido y apagado de los "chupetines" y columnas de alumbrado de la ciudad. La idea surgió en una de las tantas interacciones entre áreas del Municipio.
Una significativa reducción en el consumo de energía eléctrica de la red de alumbrado público de la ciudad de Trenque Lauquen, equivalente en esta primera etapa a 13 por ciento de kw consumidos, volumen que traducido a pesos representa un ahorro de 1,2 millón de pesos al año, es el resultado de un proyecto que está llevando adelante el Municipio.
Cuando la iniciativa se complete, según las previsiones de la subsecretaría de Modernización, Ciencia y Tecnología municipal, a cargo de Marcelo Ferreyra, el ahorro anual equivaldrá a unos 8 millones de pesos como mínimo.
La idea surgió en una de las tantas interacciones entre áreas del Municipio. “Hace unos años la subsecretaría de Servicios Públicos trajo al Polo Científico Tecnológico un proyecto para mejorar el control de encendido y apagado del alumbrado público y así ahorrar en el consumo de energía eléctrica; analizamos la propuesta y luego de algunas reuniones con la Cooperativa Eléctrica pusimos manos a la obra y logramos transformar la idea original en una realidad”, explica Ferreyra.
La solución consiste en reemplazar las celdas fotoeléctricas con una pequeña computadora que controle el encendido y apagado de los chupetines y columnas de alumbrado de la ciudad.
“Hoy, con los datos históricos de consumo, podemos demostrar que con esta solución se está alcanzando un ahorro de alrededor de un 13 por ciento en aquellos equipos en que se ha ido reemplazando las celdas fotoeléctricas por relojes astronómicos”, dice Ferreyra.
La computadora
La explicación de porqué una computadora es mejor que una celda fotoeléctrica es sencilla. Las celdas detectan la luz que les llega y de esta manera encienden y apagan las luces, pero al ensuciarse con el polvo del ambiente, los horarios se van corriendo y como consecuencia de eso generan desfasajes importantes.
El funcionario sostiene que “si en lugar de controlar el encendido y apagado con las celdas fotoeléctricas, se realiza con una computadora que tiene almacenado el horario de salida y puesta del sol de cada día del año, entonces se logra una sincronización óptima”.
El desarrollo del reloj (hardware y el software) se hizo en tres fases. La primera versión sirvió para verificar que la electrónica era la adecuada y además puso en evidencia la necesidad de un ajuste más fino en los horarios configurados, por lo que se incluyó la posibilidad de configurar el reloj mediante una comunicación Bluetooth a través de un celular. También se diseñó un mejor soporte para su instalación en la caja de control y fue armado un tablero de prueba de los relojes.
En la segunda versión, con los cambios apuntados ya implementados, se instalaron unos 40 relojes, pudiéndose verificar el ahorro de consumo. Cabe señalar que cada reloj controla varias cuadras de luces.
Y en la tercera versión se está incluyendo un comando para que los técnicos que reparan las luces puedan encenderla en cualquier momento para verificar que el trabajo haya quedado bien.
Durante los meses de febrero y marzo se estuvieron probando distintas configuraciones con el objetivo de optimizar los horarios de encendido y apagado y esto también se ve reflejado en el gráfico como un mayor gasto en vez de un ahorro.
El resultado final del período de prueba es un ahorro del 13 por ciento de kw consumidos, algo así como 1,2 millón de pesos. Todavía restan mejorar los horarios de los próximos meses, aunque las mediciones efectuadas indican que, una vez reemplazadas todas las celdas fotoeléctricas del distrito, el ahorro anual ascenderá al menos a unos 8 millones de pesos.