El policía Marcelo Galarza contradijo a la joven condenada a prisión perpetua por el homicidio de Fernando Pastorizzo y, a pesar de la fuerte acusación, dijo que no iba a hacer nada que la perjudicara

Marcelo Galarza rompió el silencio tras la bomba que lanzó su hija Nahir desde la cárcel. El caso que impactó al país en diciembre de 2017 dio un giro sustancial y casi telenovelesco cuando la joven de 23 años llamó a su abogada y le contó una nueva versión de la noche en que Fernando Pastorizzo fue asesinado de dos balazos.

“Yo no lo maté”, aseguró el padre de la condenada, quien, alejado de su entorno, se fue a vivir a un campo. Ante la consulta de los medios por el escándalo, respondió: “Me estoy enterando por ustedes. No sé qué decir. Todo esto es muy fuerte, que mi hija diga que yo fui el asesino”, indicó al portal Infobae.

Sin embargo, declaró que “se veía venir” la situación. Tras la denuncia presentada por Raquel Hermida Leyenda, la abogada defensora de Nahir, el policía y padre de la imputada deberá comparecer ante la Justicia para esclarecer los hechos.

Además de culpar a su padre del homicidio, reveló que ella y su madre, Yamina Kroh, ahora divorciada de Galarza, sufrieron violencia de género. Es por esto que pidió protección para ella y su hermano.

“Ahora dicen que puedo matar a mi familia, que maté a este chico, que soy lo peor. Confieso que en un momento pensé en hacerme cargo, pero el abogado me dijo que no había forma. Creo que lo mejor es irme al campo un tiempo”, manifestó Marcelo Galarza.

La fuerte acusación también salpicó al primer abogado que la representó y al fiscal que asumió la causa, a quienes responsabilizó de tejer una trama espectacular para encubrir los hechos.

Aunque Nahir decidió no atender más sus llamadas ni mucho menos recibir visitas de él en la cárcel de Paraná, el hombre se mostró como un padre protector. “Yo no voy a contradecir a mi hija, ni voy a hacer nada que la perjudique, todo lo que sea mejor para ella será bienvenido”, cerró.