En las audiencias públicas la secretaría de Energía solicitó que los incrementos sean del 35%; estimaciones privadas calculan un aumento mayor.
Primero el ministro de Economía lo negó pero después el FMI lo desmintió: es un hecho que con la firma del acuerdo con el FMI deberán aumentar las tarifas para poder cumplir con las revisiones trimestrales que hará el organismo. Este tema divide las aguas en el Frente de Todos entre quienes están a favor y el kirchnerismo más duro que se niega a cualquier incremento en las boletas.
El Gobierno ya ha estado llevando adelante las audiencias públicas para poder concretar los aumentos. En ella, la secretaría de Energía aseguró que le recorte de subsidios hará imposible mantener los valores actuales y que precisaban un 35% de ajuste. Sin embargo, estimaciones privadas, consultadas por Infobae, destacan que será de algunos puntos más y rondará el 40%.
Lo cierto es que todavía no hay certezas sobre el número final y de que manera de distribuirá durante el año. Por lo pronto, desde el ministerio de Economía dan por hecho el aumentazo pero, aseguran, se hará segmentado para mitigar el impacto en los sectores más humildes: “Los vamos a destinar a los segmentos de la población que realmente los necesitan, a los más vulnerables, y se los vamos a sacar a los sectores más pudientes que tienen capacidad de pagar los servicios”, aseguró Guzmán. El ministro no explicó de qué manera se hará esa tarea titánica para poder determinar en qué vivienda pueda pagar cuánto.
De la manera que decida, el Gobierno deberá llevar adelante un importante recorte en los subsidios en las tarifas que, inevitablemente, aumentará el precio final que paguen los consumidores ya que se debe cumplir con la meta del déficit fiscal del 2,5% del PBI en 2022 y 1,8% en 2023: US$4.238 millones para cuando finalice el próximo año.
Esta situación sin dudas traerá malestar en el electorado que también le dio la espalda a Mauricio Macri en 2019 por razones similares. En el Frente de Todos saben que la bronca les generará un nuevo resultado negativo en 2023 por lo que el inevitable ajuste en las tarifas deberá aplicarse de la forma más precisa posible para lograr un control de daños que los deje parados de la mejor forma posible para los próximos comicios.
Algunos lo ven difícil y ya se “bajaron del barco” como Máximo Kirchner que renunció a la presidencia de su bloque parlamentario u otros funcionarios que también se expresaron en contra del acuerdo. Mientras tanto, el aumento que está por venir es seguido de cerca por el equipo de prensa que ya ha comenzado a mover las fichas para “maquillarlo” y hacerlo más benigno.