El kirchnerismo hizo un gesto explítico de distancia del Presidente en el día de la movilización más enraizada con su identidad política.

La marcha entre la Ex ESMA y la Plaza de Mayo que llevó adelante La Cámpora dejó varias imágenes políticas significativas, como la que muestra a Máximo Kirchner, el líder de esa organización junto al gobernador Axel Kicillof y, otra, en la que aparece junto a jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde.

La foto más llamativa es la que muestra a Máximo con Kicillof, en la que ambos aparecen riendo y marchando juntos, luego de semanas de rumores de un enfriamiento en su relación. El encuentro, además, se dio en paralelo a otro acto, el que encabezó el presidente Alberto Fernández en el Ministerio de Ciencias.

Fue un mensaje de cercanía política entre ambos como hace tiempo que no se daba, en una movilización central para la identidad política del kirchnerismo, que fue explícitamente apoyada, además, por la vicepresidenta Cristina Fernández. Kicillof, después, fue a reunirse con Hebe de Bonafini en la Casa de las Madres.

En el juego de alineamientos internos, Kirchner se mostró también con uno de sus aliados en la Provincia, el jefe de Gabinete de Kicillof, Martín Insaurralde, aunque en este caso la foto sorprende menos porque se trata de aliados que muestran cercanía desde antes de las elecciones de 2019.

Pero lo central fue la presencia de Kirchner, Kicillof y una nutrida lista de intendentes del Conurbano en la columna de La Cámpora y no en el acto que encabezó Fernández en el auditorio del Centro Cultural de la Ciencia, en el que homenajeó a científicos desaparecido junto al ministro el área, Daniel Filmus, y a la titular del Conicet, Ana María Franchi.

El Presidente apareció así en un marco no multitudinario, rodeado de sus más fieles y alejados del sector kirchnerista del oficialismo. E incluso en ese acto, se vieron fisuras, porque mientras Fernández apeló a un gesto más conciliador al señalar que el 24 “no encuentra más unidos que nunca”, su propio secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, cercano a La Cámpora, centró su discurso en ese acto en las consencuencias económicas de la dictadura, un tema sensible en medio de las discusiones sobre el acuerdo con el FMI y las medidas anti inflación.