Es considerada una actividad clave de la economía bonaerense. Apunta a la expansión y cuidado de todos los eslabones del sector. Crea fuentes de financiamiento y busca equilibrio con el ambiente.
El diputado provincial de Juntos, Valentín Miranda, presentó una iniciativa parlamentaria que busca crear un régimen para la protección, fomento y desarrollo de la actividad apícola en el territorio bonaerense con un objetivo integral que apunta a generar trabajo genuino y divisas, posibilitar el crecimiento de productores familiares, pequeños y medianos y a todos los eslabones de la cadena, y ayudar al cuidado de nuestro ambiente.
“La apicultura es una actividad agropecuaria de primera línea y con esta propuesta legislativa integral se crea un círculo que favorece a la Provincia para su desarrollo general”, aseveró el diputado Miranda, al tiempo que señaló algunos de los principales beneficios: “Protege a las abejas melíferas, a la flora apícola, crea
un Fondo Provincial para cumplir con la ley, establece distintas acciones de apoyo, busca estimular e incentivar el conocimiento sobre los beneficios ambientales, sociales y climáticos de la apicultura y le da entidad de ley a la Mesa Provincial de Desarrollo Apícola”.
En su articulado, se declara a las abejas melíferas como insectos útiles y benéficos de manera de establecer “su protección y preservación como agentes polinizadores”, con el doble propósito de sostener y acrecentar la producción de miel y subproductos, y de conservar el ambiente.
El nuevo régimen que propone el proyecto elaborado por el equipo del diputado Miranda apunta a varios frentes al mismo tiempo con una mirada completa y
abarcativa de la dinámica de la producción apícola.
La iniciativa se posiciona para “promover la sustentabilidad de la producción apícola en un marco de equilibrio con el resto de las producciones agroindustriales”, algo que es clave, particularmente, en el interior bonaerense.
También apunta a “fomentar estrategias de desarrollo que preserven la biodiversidad, difundir los beneficios de la producción racional acorde a prácticas y técnicas actualizadas que permitan la inspección de las colmenas y su adecuado manejo, propendiendo a la adopción generalizada de sistemas de gestión de la calidad e inocuidad”.
El texto del proyecto indica que se busca “propiciar nuevos hábitos de consumo y utilización de los productos de la colmena en la comunidad” y a “propender al desarrollo y elaboración de productos apícolas con fines alimenticios, farmacológicos, cosmetológicos y otros a través de la experimentación a campo e investigación científica”.
Con la norma en marcha, las autoridades podrán encarar un proceso de registro de ubicación territorial de apiarios con cantidad de colmenas instaladas que
servirá para coordinar acciones entre los sectores públicos y privados con la firma de convenios de promoción, difusión, asistencia técnica, financiera y control de
toda la actividad apícola.
Al mismo tiempo, el gobierno podrá “implementar políticas relacionadas con el comercio exterior de los productos apícolas a través de un programa sostenible, en conjunto con otras instituciones públicas de la provincia de Buenos Aires”.
En tanto, el Fondo Provincial de protección, fomento y desarrollo de la apicultura tendrá la posibilidad de realizar aportes económicos para la compra de material vivo e insumos; financiar total o parcial para la incorporación de capital de trabajo y/o bienes de capital en la cadena de valor apícola; y atender contingencias climáticas, sanitarias o de mercado, entre otros beneficios.
También se abre la posibilidad que se incluya en el Calendario Escolar actividades vinculadas a la temática en los diferentes niveles y modalidades con el propósito
de “estimular e incentivar el conocimiento sobre los beneficios ambientales, climáticos y sociales de la apicultura”.
“La actividad genera un gran movimiento económico en nuestra provincia y permite mostrar al mundo la calidad de nuestros productores y el cuidado que se tiene en las prácticas productivas, pero el Estado debe comprometerse con la cadena, incentivarla, protegerla y expandirla en un sano equilibrio con el ambiente”, sintetizó Miranda.