Malestar entre los panaderos por la “insensibilidad social” del secretario de Comercio de la Nación. La pulseada por la continuidad del fideicomiso del trigo divide aguas entre la industria y los productores primarios, con el Gobierno buscando hacer equilibrio en el medio.
Cuando se acabe la harina, el kilo del pan podría llegar a costar hasta $450. Esa es la percepción que reina entre los panaderos, que este miércoles fueron a ver al secretario de Comercio Interior, Matías Tombolini, pero se fueron con las manos vacías.
La reunión estaba convocada para tratar la continuidad del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), pero tras el encuentro un grupo de referentes del sector panadero expresó su fuerte malestar contra el nuevo secretario, a cargo del control de precios, a quien algunos tildaron de ser un funcionario que "no funciona".
En rigor, en relación al Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA) o fideicomiso del trigo, el Gobierno está atrapado en la lógica del parche. Cada medida que se toma beneficia a un sector pero perjudica a otro. Con el fin del FETA el Gobierno busca dar respuesta a un reclamo de los productores agrícolas que piden el fin de las regulaciones y controles sobre la producción.
Pero claramente, sin fideicomiso del trigo el precio de la materia prima para los panaderos comenzará a moverse de acuerdo al precio internacional del cereal, lo que supondrá una suba de costos para la industria. En la actualidad el precio del pan tipo flauta en la Ciudad de Buenos Aires y el GBA ronda los $330, según el Indec, pero suma 98% el último año, a pesar de los subsidios que tiene la harina para los comerciantes.
Miradas divergentes
"Nos sorprendió la insensibilidad social del nuevo secretario de Comercio”, señaló indignado Gastón Mora, dirigente panadero de Avellaneda. “Cuando le planteamos que cortar el fideicomiso del trigo afecta seriamente a los sectores más vulnerables, que son los que no pueden acceder a un producto tan indispensable como el pan, nos respondió que él estaba para hablar de economía, no de cuestiones sociales".
En relación a una medida en estudio, los panaderos señalaron: "También le dijimos que es inadmisible que propongan otorgar subsidios de manera directa, cuando hay un alto porcentaje de panaderías que están inhibidas y que no pueden recibir fondos a través de una cuenta bancaria. Venimos de una pandemia y de un gobierno anterior que devastó a la industria, y en especial a las pymes y los pequeños comercios, pero nada de esto le importó al funcionario", enfatizó.
"La conclusión que nos llevamos de la reunión, es que este secretario de Comercio pretende cortar el hilo por lo más delgado, que son los trabajadores y las pequeñas empresas, y una vez más le da la derecha al empresariado, que especula con los precios de los alimentos", disparó Mora.
Por su parte, el presidente de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires (FIPPBA), Raúl Santoandré, apuntó que “la realidad es que el secretario de Comercio nos dejó en claro que no le interesa que pueda faltar el pan en la mesa de los argentinos. Una vez que los panaderos no tengan más harina con subsidio, el precio del kilo de pan podría alcanzar los 450 pesos, o más”, alertó.