El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, defendió el accionar de la custodia de Cristina Fernández de Kirchner. Al mismo tiempo, desligó a la Policía Federal de la pérdida de datos del teléfono celular de Fernando Sabag Montiel, detenido por intentar asesinar a la vicepresidenta, y habló sobre su continuidad en el cargo.

"Los protocolos se han cumplido", afirmó el funcionario, a la par que negó una reacción tardía por parte de la seguridad que el el jueves por la noche trabajaba en Recoleta, cuando un hombre le gatilló en la cara a la ex presidenta.

Consultado por la demora en sacar a la vicepresidenta del lugar, respondió: "Se logra descifrar que hay un arma después de un rato largo, en el lugar pasa lo mismo". "No estoy justificando -aclaró-, lo que sucedió es un hecho horroroso, lo estamos tratando con mucho cuidado y creo que la jueza y la fiscalía están haciendo un muy buen trabajo".

Por otra parte, aseveró que la Policía Federal no manipuló el teléfono celular del único acusado por el hecho, a propósito de la pérdida de datos del dispositivo. "La Policía Federal recogió el teléfono, lo colocó en una bolsa de faraday y lo envió al juzgado. El juzgado nos da un recibo que dice que fue recibido con la cadena de custodia intacta. Hasta ahí llega nuestra tarea, después yo no sé lo qué pasa", relató.

Respecto de las declaraciones de algunos dirigentes del oficialismo pidiendo su renuncia, indicó: "Le dije al Presidente que estaba dispuesto a correrme". A su vez, rechazó las declaraciones de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, una de las que pidió su dimisión: "Opinó sin saber lo que se hizo". "Hablar es muy fácil, hay que mirar las cosas como son. Estamos trabajando sobre el tema", dijo.