Con la CGT con encuentro propio, el PJ bonaerense acoplado a la CTA de Hugo Yasky, las organizaciones sociales por su lado y el Presidente afuera, se avizora un 17 de octubre complicado.
Luego de que parte de la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) con la que mayor cercanía tiene haya desechado su invitación a Tucumán, el presidente Alberto Fernández no tiene en su agenda participar de ninguno de los actos programados para el 17 de octubre por el Día de la Lealtad.
El mandatario, que además es titular del Partido Justicialista (PJ), todavía no tiene claro qué hará en la fecha que condecora el nacimiento del peronismo como movimiento.
Pese a que ya se anunciaron distintas congregaciones sindicales, dirigenciales y de organizaciones sociales, ninguno lo habría invitado para que encabece alguno de esos encuentros, aunque algunos de esos sectores hayan funcionado como interlocutores.
Hasta el momento, el oficialismo cuenta con tres actos programados: la conducción que encarnan "los gordos" de los grandes gremios e "independientes" de la CGT organizaron su propio encuentro en Obras Sanitarias, en detrimento del que organizará el kirchnerismo y el sector sindical que responde Pablo Moyano en Plaza de Mayo.
Por otro lado, los movimientos sociales liderados por el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) harán lo propio en el estadio de Deportivo Laferrere, La Matanza.
La situación también se da luego de la designación de Raquel "Kelly" Olmos como nueva ministra del Trabajo, razón por la que el sector de la CGT más dialoguista tomó distancia del Jefe de Estado.
Pese a que desde que tomó el poder como presidente el peronismo sindical tradicionalista apenas se movilizó en las calles en señal de alianza política, la "no consulta" generó disgustos entre los triunviros Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña, y la tribu sindical de UPCN, UOCRA y Obras Sanitarias.
En paralelo, la relación con la otra parte de la central que responde al tercer conductor, el camionero Pablo Moyano y el llamado Frente Sindical (FRESIMONA), siempre transitó por un camino empedrado. Además, se sumó la alianza que el kirchnerismo duro (y enemistado con el presidente), que encabezan La Cámpora, el PJ bonaerense que lidera Máximo Kirchner y gremios como la CTA de Hugo Yasky, trazó con estos en el último tiempo, lo que tendrá su coronación en el acto en Plaza de Mayo.