Funcionarios nacionales, provinciales e intendentes del PJ bonaerense se reunieron con Máximo Kirchner en la histórica Quinta de San Vicente.

El peronismo busca reordenarse de cara a las elecciones de 2023 y, con el renunciamiento de su máxima dirigente, la vicepresidenta Cristina Kirchner, el PJ bonaerense ya evalúa alternativas a los deseos de impulsarla como la cara visible de una nueva batalla.

En un acto de cierre de año en la histórica Quinta de San Vicente, ícono del esplendor del peronismo, funcionarios nacionales, provinciales e intendentes del conurbano se nuclearon con Máximo Kirchner para evaluar ante la militancia cómo encarar el año entrante, brindar su apoyo a la exmandataria y esbozar algunas críticas a la situación socioeconómica.

La bomba de Cristina Kirchner reconfigura el escenario para oficialismo y oposición
"Nos reunimos junto a Máximo Kirchner, Wado de Pedro, compañeros y compañeras del PJ para organizarnos en defensa de los ataques contra las instituciones, el peronismo y Cristina Kirchner", planteó el jefe de gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, quien destacó estar "convencido que así como el poder fáctico de una minoría persiguió, proscribió y atacó a Perón por sus políticas públicas, hoy lo hace contra la dirigenta más importante del país. Por eso, ayer como hoy no hay dudas que hay un único choque de modelos: Democracia o Mafia".

"En este lugar tan representativo para el justicialismo, coincidimos también junto a intendentes, intendentas y funcionarios del difícil momento que vive el país y nos comprometimos a seguir militando en favor de la transformación de la patria y la felicidad de nuestro pueblo", concluyó Insaurralde.

Es que uno de los temas clave de cara al proceso electoral del año que viene es dónde se ubicará cada figura. El gobernador Axel Kicillof quiere ir por la reelección, pero algunos intendentes conurbanos y del interior prefieren que "pelee arriba" por la presidencia y en el sillón de Dardo Rocha quede para uno de ellos.