Los presidentes de los bloques del interbloque opositor irán con un único proyecto para derogar la medida. Un legislador del FdT adelantó que el oficialismo sólo quiere suspender algunos artículos. Como los números para eliminar la ley no están, las filas de JxC analizan la mejor solución posible.
Antes de tomar una decisión, sin un panorama claro y mucho menos respuestas concretas, desde el Gobierno se dio a conocer que se evalúa la suspensión de la ley de alquileres sancionada durante la pandemia. El proyecto había tenido el acompañamiento mayoritario de Juntos por el Cambio en Diputados pero, más tarde, no tuvo esa banca en el Senado aunque logró avanzar de todos modos. Ahora, la oposición se mostró a favor de derogar la normativa y avanzarán en ese sentido con una postura unificada. El problema pasará por la estrategia, saber reconocer el momento y las condiciones de posibilidad para poder llevarlo acabo en un parlamento dividido, donde nadie tiene las mayorías necesarias para manejarse en soledad.
El diputado de Frente de Todos, Carlos Selva, adelantó en El Destape Radio que el oficialismo no derogará el proyecto. En base a una conversación con el presidente del bloque, Germán Martínez, el lunes, el legislador reconoció que el tema es delicado incluso dentro de las propias filas pero garantizó que se van a suspender algunos de los artículos de la ley hasta que surja un modelo nuevo. La medida durará 180 días y pondrá en prioridad la discusión de este eje importante para una gran porción de la sociedad argentina. ¿Qué vendrá después? Todavía no se sabe pero el mandato es cuidar al sector más vulnerable, el del inquilino.
Esta posición era desconocida en el Congreso. Ni oficialistas ni opositores lograron salir de la nebulosa y cualquier especulación sobre movimientos posibles pasó al terreno de la ciencia ficción hasta no tener precisiones. Conocidos estos datos arrojados por Selva, desde Cambiemos se cuestionó que la ley no puede ser suspendida por decreto, lo que dejó la puerta abierta a una posible judicialización de la medida en caso de concretarse y un empuje para rechazarla en el parlamento.
La misma fuente parlamentaria no le encontró sentido a suspender algunos artículos por seis meses porque eso paralizaría el mercado durante el mismo período o los propietarios estarían abiertos a solicitar sumas exorbitantes de dinero a la hora de negociar un alquiler. Por eso, cuestionó la filtración de la intención antes de tener una respuesta. A la generación de incertidumbre, más incertidumbre y movimientos especulativos en la cotidiana, como pasó con el adelantamiento de un nuevo dólar soja o el anuncio del anuncio de la guerra contra la inflación.