El jefe de Gobierno porteño se hizo presente junto a Martín Lousteau en el bunker del oficialismo en Jujuy para celebrar una victoria que impacta de lleno hacia adentro de un sector del PRO y de la UCR. La trastienda de una noche en vilo electoral.
El triunfo de Carlos Sadir en Jujuy fue mucho más que una victoria para el oficialismo. Se trató, en concreto, de la primera gran foto electoral de cara a lo que serán los comicios nacionales de octubre.
La presencia del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en medio de la algarabía radical terminó de poner blanco sobre a la idea de que el sector que encabeza el dirigente del partido amarillo avance en alianza con la pata de la UCR que tiene a Gerardo Morales como principal figura nacional.
La victoria de Sadir del domingo fue la primera foto de una fórmula presidencial que cada vez toma más fuerza: Rodríguez Larreta-Morales.
El armado cuenta con la venia de Elisa Carrió, algo que quedó en evidencia debido a la presencia de Maximiliano Ferraro, titular de la Coalición Cívica en el bunker que el oficialismo armó en Altos de la Viña, un hotel con una amplia vista panorámica de San Salvador de Jujuy y, también, un poco más allá.
Fue también la forma de resignificar un lugar donde se armó la famosa foto entre el expresidente Mauricio Macri y Morales, hoy dos claros enemigos políticos dentro de una interna que trina en los dos grandes partidos de la coalición.
Morales logró, con su delfín, superar la expectativa de lo esperado. Fuentes consultadas por Data Clave pronosticaban una aceptación del 40 por ciento del electorado y un triunfo por cerca de 20 puntos ante el segundo. Sin embargo, la mayor participación del padrón (votó cerca de un 70 por ciento) llevó a elevar la distancia y levantar el piso sobre un peronismo que llegó dividido en tres partes.
La alegría interior
Con el superclásico de fondo, y ya consumado el triunfo de River sobre Boca, la dirigencia política comenzó a hacerse presente en el bunker radical. Para las 20 Gerardo Morales y Carlos Sadir ya estaban presentes en el hotel a la espera de la primera carga de datos.
Los nervios se sentían en los principales. El propio gobernador electo llegó al lugar con la incertidumbre del resultado y preguntó cómo venía la elección. Para ese momento seguía firme la idea de un 40 por ciento. Pero el oficialismo quería más para abrirle la ventana a Morales.
Cerca de las 20.30, Rodríguez Larreta y el senador y precandidato a sucederlo, Martín Lousteau, llegaron juntos en compañía de otros dirigentes que ya empezaron a mostrar las primeras sonrisas de la noche.
Los armadores recibían las buenas nuevas de algunas localidades donde el oficialismo provincial no era gobierno. El tucumano José Cano y el diputado Emiliano Yacobiti iban y venían. El Chiqui Bernis, vicegobernador electo, inició una serie de abrazos con los correligionarios que confirmaba aquellos que todavía no podía verse en la carga de datos oficiales.
Los candidatos radicales de las provincias limítrofes también dijeron presente. También se lo pudo ver al exgobernador chaqueño Ángel Rozas, alejado ya de los grandes eventos.
La llegada de Gustavo Posse fue otra muestra de la alianza nacional. El intendente de San Isidro, acompañado por el diputado bonaerense Walter Carusso, entró en escena antes de las 22 y con su llegada se terminó de coronar el armado que hoy tiene a Larreta y Morales como exponentes nacionales y al dirigente del Conurbano como el primer aliado provincial en su rol de opositor partidario hacia el ala de una UCR que puja en favor de la candidatura de Facundo Manes quien hoy se muestra más cerca de Macri y Patricia Bullrich.
Tras un saludo formal y al paso con Lousteau, comenzaron los festejos previos a la salida de los dirigentes al escenario principal del bunker. El primer champagne llegó a las 22.05 y minutos después ya todos se dirigieron en masa para brindar su mensaje ganador.
Morales tomó la batuta y agradeció a todos los presentes. En la sala contigua, los colaboradores y dirigentes de segunda plana aplaudieron cada una de sus algo que no hicieron cuando su líder presentó a Rodríguez Larreta.
"Ahora van a decir que también ganaron", dijo uno de los presentes. Dicho y hecho. El jefe de Gobierno porteño resaltó el triunfo de Juntos. Pero adentro todo era rojo y blanco.