A través de sus voceros, el gobernador da a conocer la ambición de ser reelecto como mandatario provincial. Sin embargo, tras la caída de Cristina como candidata, desde La Cámpora pretenden llevarlo a la boleta nacional.

A poco más de un mes del cierre de listas para las elecciones 2023, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof ya tiene decidido ir por un nuevo mandato en la provincia, según indican desde su entorno. A través de sus voceros, el ex ministro de Economía refuerza la estrategia de ser nuevanente elegido como responsable de la gestión del Estado bonaerense.

Pero, ante la falta de candidatos que traccionen para arriba y el anuncio de Cristina Kirchner de su baja como candidata, crece la presión interna para que el gobernador sea elegido para encabezar la boleta nacional del Frente de Todos.

“Axel Kicillof es parte de un proyecto político que trabaja para mejorar las condiciones de vida del pueblo de la provincia y de la nación. Vamos a seguir recorriendo el territorio para asegurar la continuidad de ese proyecto transformador”, había afirmado Carlos Bianco, jefe de Asesores del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, durante la semana desde su cuenta de Twitter.

Según varias encuestas, Kicillof es quien mejor retiene los votos de Cristina Kirchner. Y desde su círculo íntimo, entienden que la elección presidencial es una meta muy difícil de cumplir en el escenario actual, marcado por el descrédito hacia un Gobierno nacional que no logra mejorar los números de la inflación y cuya gestión se encuentra salpicada por una pobreza creciente. Temen que, ante un eventual balotaje, el voto opositor se termine unificando en contra del candidato oficialista y eso pulverice las chances de que el oficialismo retenga el poder.

El escenario difiere en la provincia. El gobernador se aferra a las encuestas que lo miden positivamente, y allí no hay balotaje: se gana por un solo voto. Kicillof intenta utilizar en su favor la presión de los intendentes peronistas que buscan conservar el poder en sus territorios y necesitan un candidato provincial fuerte en la boleta para apuntalar sus chances.

“Kicillof se tiene que quedar en la Provincia porque, si no, correríamos el riesgo de perder todo”, alzó la voz Juan José Mussi, jefe comunal de Berazategui. “Entre el 80 y el 90 por ciento de los intendentes apoya la reelección”, había arriesgado, semanas atrás, Mario Secco, de Ensenada.