El gobernador busca reconvertir la presión para ir como presidencial en compromiso con los bonaerenses. La interna en el ejecutivo provincial y el reclamo de los intendentes.
“Axel es el candidato que más mide tanto en Nación como en Provincia, sacando a Cristina”. Las palabras del jefe de Asesores, Carlos Bianco, dicen mucho más de lo que expresan. El gobernador está decidido a ir por la reelección y sus lugartenientes buscan dejarlo en claro cada vez que tienen la oportunidad de salir a hablar en los medios. La orden es clara: sostener, sin bajarle el precio.
Sucede que en medio de la insistencia interna, y la danza de nombres que incluye a Sergio Massa, Wado De Pedro, Daniel Scioli, Agustín Rossi y Juan Grabois, Kicillof no quiere perder el mote de candidato nacional en busca de consolidar la imagen de un aspirante presidencial dando la pelea provincial y revalidar el compromiso bonaerense.
“Axel Kicillof es el candidato natural en la Provincia. Se comprometió, dijo que iba a transformar la Provincia de Buenos Aires y lo comenzó a hacer. Está realizando una gestión transformadora e histórica. La continuidad de nuestra fuerza política al frente de este proceso es lo que garantiza un mejor futuro para nuestro pueblo”, agregó Bianco en las últimas horas.
Kicillof está decidido: quiere ir por la Provincia. Y por más que los números de las encuestas lo muestren bien posicionado para una pelea nacional sabe que la segunda vuelta es otra historia. En otras palabras, quiere esquivar la obligación de ser el designado porque entiende que el triunfo bonaerense cada vez está más claro debido a la fuerte división interna en el PRO.
La puja existe. Y tiene como principal instigador al diputado nacional y presidente del PJ provincial, Máximo Kirchner, quien considera que aquel que mejor mida tiene que ser quien se convierta en el principal representante nacional. Además, el líder de La Cámpora sueña con tener a un referente de la agrupación como De Pedro al frente de la Provincia. O, en su defecto, defender la alianza con Martín Insaurralde y contentar a los intendentes con uno de los suyos en el gobierno provincial.
Y la interna también llegó al propio ejecutivo bonaerense desde donde el también camporista, el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, manifestó en las últimas horas que “Kicillof es un excelente gobernador y también sería un excelente candidato a la presidencia”.
Kicillof hoy camina la Provincia como un candidato nacional que elige seguir con lo que prometió a nivel provincial. Y en ese marco, buscar potenciar su figura. La visita de este lunes a La Matanza, donde comanda Fernando Espinoza, junto al ministro de Seguridad, Sergio Berni, para recorrer el Centro de Operaciones de la Policía de la provincia de Buenos Aires tiene un doble objetivo: conseguir una foto de unidad tras la muerte del colectivero que devino en la agresión al funcionario provincial y el trabajo con el foco en la inseguridad, uno de las problemáticas más complejas para resolver.
Lo cierto es que hoy, con varias de las cartas echadas, son varios los intendentes que todavía no tomaron la decisión de salir a pedir por la reelección del mandatario provincial. Algo que deja en evidencia cómo el Frente de Todo todavía no resolvió internamente ciertos recelos en que el gobernador sea el principal aspirante.
Claro, a la vez, los jefes comunales saben muy bien que necesitan de un voto que los ayude a traccionar más allá de lo local. Y con la baja de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se quedaron sin un fuerte arrastre nacional.
“Si no ponemos un candidato que mida corremos riesgo de perder distritos importantes. Hay que dejar de lado los personalismos y las especulaciones y poner al candidato que más mida”, cierra en diálogo con Data Clave un jefe comunal del GBA.