A menos de dos meses de las PASO, el gobernador bonaerense aún no convocó a elecciones generales en la provincia, lo que mantiene en vilo a oficialismo y oposición por igual. Con fórmula de unidad en Nación, ¿sigue en pie la chance?
A pesar de sonar como presidencial, Axel Kicillof siempre mantuvo intacto el anhelo de ser reelecto en la provincia. Sin embargo, hasta que las definiciones llegaron, desde su entorno aseguraban que “si Cristina se lo pide, será Presidente”; cosa que finalmente, no ocurrió.
Sin más incertidumbre, con la confirmación de Massa-Rossi como fórmula única para la Presidencia y sin Victoria Tolosa Paz en el medio, el camino se allanó para el Gobernador, que buscará volver a ganarse a los bonaerenses.
Ayer, desde Calle 6, dijeron a La Tecla que “nada cerrado hasta que todo esté cerrado”, ante la pregunta de si está descartado el desdoblamiento de elecciones en una candidatura a la reelección.
Sucede que, a menos de dos meses de las PASO, Kicillof todavía no convocó a elecciones generales en la provincia. La chance está, y habría algunas razones por las que no descartaría hacer esa jugada. En primer lugar, lejos está el oficialismo de saber cuál es el caudal de votos que podría tener una boleta encabezada por Sergio Massa y Agustín Rossi y si beneficiaría o perjudicaría al Gobernador, que es un candidato fuerte en Provincia y cuenta con buenas cifras.
En otro orden, mientras en Nación juegan "caras nuevas" y una fórmula impensada, el mandamás bonaerense va en busca de repetir la de 2019 con Verónica Magario a su lado, aunque no deja de sonar el nombre de Malena Galmarini.
En un contexto de revuelo nacional, también optaría por mantener su Gabinete. ¿Para qué cambiar lo que viene funcionando bien? Kicillof no quiere arriesgar el distrito más importante del país, mucho menos cuando los distintos sondeos muestran que su contrincante PRO, Diego Santilli, viene por detrás.
Sobre la chance de desdoblar los comicios, la herramienta de presión que sacaron a relucir desde la Gobernación, en términos legales están a tiempo de hacerlo. “La elección de Gobernador y Vicegobernador tendrá lugar conjuntamente con la de Senadores y Diputados Provinciales, Intendentes, Concejales y Consejeros Escolares del año que corresponda, previa convocatoria con no menos de noventa (90) días de anticipación, que hará el Poder Ejecutivo”, establece el artículo 114 de la Ley 5.109 (Ley Electoral de la provincia de Buenos Aires).
El margen para esperar el cierre de listas y hacer las elecciones de gobernador antes que la de presidente es escaso, pero posible. Entre el 24 de junio, cuando cierran las listas de candidatos, y el 24 de septiembre, hay exactamente 92 días.
Por ese motivo, si Kicillof firmara el decreto de convocatoria el 25 de junio podría hacer la elección el 24 de septiembre, casi un mes antes de las nacionales (22 de octubre). Otra fecha posible es el 8 de octubre y también queda a disposición el 15 de octubre, pero ya sería demasiado cerca de la nacional.
En caso de desdoblarse el Ministerio del Interior deberá asignar nuevas partidas. Se estima que el gasto para una elección en la Provincia insume cerca del 40% del costo total, es decir que demandaría más de 20 mil millones de pesos.
Pese a que la balanza se inclina más por el “no” que por el “sí”, la posibilidad está y se baraja. Fiel a su estilo, es una decisión que el Gobernador tomará junto a los suyos y puertas adentro, analizando ventajas y desventajas de plegarse a los comicios nacionales.