Desde su "capricho" por hablar fuera del Congreso a advertencias de resistencia al ajuste, pasando por miradas que apuntaron a su interpretación "gorila" de la historia.
La nueva oposición, que reúne voces tan disímiles como la izquierda, Unión por la Patria, el radicalismo y el PRO, conjugó expresiones de buenos deseos a la gestión entrante de Javier Milei como críticas por el contenido de su primer discurso como presidente.
La ex diputada del Interbloque Federal Graciela Camaño sostuvo que Milei “se recibió de casta” por “su capricho de hablar afuera” del recinto, en las escalinatas del Palacio Legislativo.
A su entender, la “sobreactuación” del líder de La Libertad Avanza “le costó al Estado (léase: contribuyentes) muchos pesos en ceremonial y seguridad”.
“Lo austero era hablar adentro y empezar a mostrar gestión. Buena suerte…”, completó la peronista no kirchnerista.
En tanto, la diputada del Frente de Izquierda Myriam Bregman señaló que “en los paneles de TV (Milei) se mostraba disruptivo”, pero “ahora es un ajustador clásico, hecho y derecho”.
El embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, criticó la utilización indiscriminada de la palabra “libertad” en el discurso y la narrativa liberal.
El líder de la UTEP, Juan Grabois, con un mensaje en su cuenta de la red social X, analizó que en esta “etapa de profundas diferencias conceptuales”, que comenzó con la asunción de Milei, “para que podamos convivir, tiene que estar signada por el respeto”.
En ese marco, llamó entonces a “respetar al otro”, pero también “hacerse respetar”. “Primero al valor superior de la paz y la diversidad democrática. Nunca la guerra entre nosotros y que el que viole esa ley de paz por odio político… sea de un palo o el otro, que las pague”, remarcó Grabois y destacó que cumplir ese objetivo es “responsabilidad de todos, pero principalmente del presidente”.
Además, llamó a “respetar la voluntad mayoritaria del pueblo que votó a Milei, pero también a la voluntad de otra enorme cantidad de argentinos que nos eligieron, a las representaciones sectoriales y sindicales electas por sus trabajadores y miembros, a los municipios, pueblos originarios y comunidades con sus representantes”.
En sintonía, pidió hacer “respetar los derechos económicos, sociales, culturales y humanos de todos, que tienen rango Constitucional e incluso supraconstitucional por tratados internacionales, porque trascienden los deseos del poder ejecutivo circunstancial que dura cuatro breves años”.
Además calificó al primer discurso presidencial, que dio Milei sobre las escalinatas del Congreso luego de su asunción, como un “planteo mesiánico y fundacional, análisis histórico gorila, diagnóstico con elementos reales -como la gravedad de la crisis social y educativa- pero totalmente sesgado para justificar shock, ajuste al Estado, privatizaciones y despidos; preanuncia duplicación de precios y más pobreza”.