En el plenario de comisiones en Diputados, el ministro Francos aceptó tenía muchas resistencias y, por eso, dijo que no sería un obstáculo para que se aprobara el resto de la ley ómnibus.
"Percibo que hay un apoyo muy grande al proyecto, soy muy intuitivo", ironizó el ministro del Interior, Guillermo Francos, en su exposición ante el plenario de comisiones en Diputados y frente a las críticas que llovieron a la reforma política camuflada dentro de la ley ómnibus.
Una reforma que, por sí sola, necesitaría un largo debate y estudio ya que propone cambiar totalmente el sistema de votación modificando la tradicional lista de candidatos por provincia a otro uninominal por jurisdicción, además de eliminar los topes para el financiamiento privado de las campañas. Para no entorpecer el tratamiento del proyecto, que el Gobierno de Javier Milei ve como clave para su plan económico y que ya viene bastante complicado, sería otro de los puntos de la ley que pasaría a mejor vida.
Al mismo tiempo, en el debate en comisión en el Senado, el oficialismo tampoco consiguió consenso para un dictamen de unanimidad respecto a la Boleta Unica, que finalmente irá al recinto para su aprobación con pronóstico reservado.
Como ministro político, Francos viene negociando con los gobernadores algunas de las "aclaraciones" que se incorporarán en el Congreso al frondoso texto de la ley ómnibus. Lo hizo con los mandatarios patagónicos -donde juntaron enojados de todos los partidos- para enmendar las desregulaciones respecto a la ley de Pesca. Luego, siguió con los de la región centro y norte por el porcentaje de corte de biodiesel en los combustibles, una de las industrias que agrega valor a la producción agrícola. Ayer, le tocó exponer durante la mañana en el plenario de comisiones en Diputados en un debate por momentos caldeado.
Uno de los puntos que le costó justificar fue que una ley ómnibus enviada con toda urgencia para ser tratada en sesiones extraordinarias incluyera un capítulo de reforma política que modificará la manera de votar en el país, sin que hubiera medida consultas con otras fuerzas políticas, ni un tratamiento previo como correspondería. Lo más probable es que tampoco Francos haya sido consultado para la redacción de la propuesta, pero le tocó defenderla. Habló de simplificar el calendario electoral y transparentar los gastos de campaña. "El proyecto es la iniciativa de un Presidente que, siendo candidato, hizo cuestionamientos al sistema político y pretende por esta vía buscar alguna respuesta", justificó el ministro.