El exgobernador Felipe Solá recordó su experiencia con el Patacón, la cuasi moneda bonaerense. El secreto para que tenga éxito en un contexto de crisis.
Si hay alguien que sabe bien del funcionamiento de una cuasimoneda en la Provincia de Buenos Aires es el exgobernador Felipe Solá, quien cumplía el rol de vice bonaerense en 2001 cuando salió a la calle el Patacón que puso a circular Carlos Ruckauf para paliar la falta de circulante. Ahora, Solá explicó cuál es el secreto para que sirva.
Es que frente a un escenario de restricción extrema por el ajuste de Javier Milei, que agrava una realidad crónica de las cuentas bonaerenses, la posibilidad de emitir moneda propia gana volumen en los pasillos del gobierno provincial.
Buenos Aires, cabe aclarar, está habilitada para emitir, avalada por el Pacto de San José de Flores, con el que firmó su inserción en la Nación. pero hay un problema: su aceptación.
"Los Patacones se crearon en julio de 2001, no había salida para pagar los salarios, era una situación de desesperación. Comenzaron a circular. Lo que la gente admite como moneda, es moneda", recordó Solá.
"La enorme necesidad hizo que la gente confiara, no importaba si había o no respaldo. Pero era un bono de la Provincia, entonces le dábamos respaldo al Banco Provincia. Siempre tuvimos mezcla de patacones y pesos", agregó el excanciller.
En ese sentido, reconoció que su experiencia con aquella cuasimoneda relata que "como solución provisoria fue muy buena, muy útil, nos permitió llegar de un puerto a otro".
"Cuando se devalúa el peso, se devalúa el patacón; en 2002 seguimos y después el Gobierno nacional nos fue dando un préstamo y así como iba muchísimos patacones a la Nación, volvían en la coparticipación", planteó.
En ese orden, señaló que "el secreto" es que con la moneda que emita la Provincia se puedan pagar impuestos nacionales. "Si con eso se pueden pagar impuestos nacionales, entonces la moneda empieza a ser aceptada".
Fuente: Infocielo.