La Secretaría de Inclusión Social a cargo de una alfil de Máximo Kirchner manejaba fondos de alimentos para comedores que no habrían existido.
Mientras se investigan facturaciones apócrifas de movimientos sociales, la Justicia tiene en la mira una megacaja que manejaba la Secretaría de Inclusión Social por fondos que equivalen a US$ 10.000 millones y que era administrada por Laura Valeria Alonso, integrante de La Cámpora y alfil de Máximo Kirchner.
Entre los años 2020 y 2023, a través del programa Políticas Alimentarias, la Secretaría manejaba las Tarjetas Alimentar, pero además tenía a su cargo el dinero de los comedores.
De los 3.500 que figuran funcionando, el actual Gobierno denunció que casi la mitad, unos 1.600, no existen.
La cifra total manejada por la Secretaría de Inclusión Social destinada a Políticas Alimentarias y subprogramas alcanzó los US$ 10.292 millones. Según detalló Clarín, a un tipo de cambio promedio del BNA de $ 70,6, “controló US$ 1.887 millones en 2020 ($ 133.233 millones); US$ 2.574 millones en 2021 ($ 244.789 millones a $ 95,1 por dólar); US$ 2.991 millones en 2022 ($ 410.144 millones a $ 137,1 por dólar) y US$ 2.840 millones en 2023 ($ 838.368 millones a $ 295,2 por dólar)”.
Si bien la mayoría de esos fondos controlados por La Cámpora se destinaban a la Tarjeta Alimentar, unos $35.000 iban a comedores y merenderos que están siendo investigados.
La Cámpora vs. Movimiento Evita
Laura Valeria Alonso, la exfuncionaria, responde directamente a Cristina y Máximo Kirchner y tuvo su enfrentamiento con el dirigente social del Movimiento Evita y secretario de Economía Social, Emilio Pérsico.
La puja en su momento había sido otra caja, la del Potenciar Trabajo que manejaba Pérsico y rondaba otros US$ 10.500 millones. Con los años el presupuesto asignado a los piqueteros leales a Alberto Fernández había ascendido y era otro punto de conflicto entre el kirchnerismo duro y el entonces presidente.