La vicepresidente mantiene frenada la nueva fórmula de actualización jubilatoria y busca una reforma integral del sistema previsional y enfrenta la presión de los bloques para evitar cambios a la media sanción de Diputados.
Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, mantiene como estrategia frenar el tratamiento de la nueva fórmula de actualización de jubilaciones que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados.
La decisión de la funcionaria responde a una estrategia para buscar un consenso más amplio que permita una reforma integral del sistema previsional, una medida clave para el objetivo de déficit cero del Gobierno de Javier Milei.
A pesar de que la nueva fórmula jubilatoria, aprobada por la Cámara de Diputados a principios de mes, cuenta con el apoyo de varios sectores políticos, la compañera de fórmula del líder libertario decidió no girar el proyecto a las comisiones correspondientes.
Según fuentes del Senado, se está evaluando la posibilidad de convocar a un plenario de las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Presupuesto, presididas por Carmen Álvarez Rivero (PRO-Córdoba) y Ezequiel Atauche (LLA-Jujuy), para comenzar el debate sobre la fórmula jubilatoria la próxima semana.
Sin embargo, desde la presidencia del Senado se ha optado por postergar el cronograma de tratamiento para evitar generar más tensiones durante el receso invernal. La oposición, consciente de los desafíos económicos del segundo semestre, también prefiere enfriar el clima político.
En lugar de avanzar con la nueva fórmula jubilatoria tal como fue aprobada en Diputados, Villarruel y sus aliados están trabajando en una propuesta de reforma integral del sistema previsional. Agustín Giustinian, secretario parlamentario, está liderando este esfuerzo con el objetivo de presentar un plan que no solo modifique la fórmula, sino que reforme profundamente el sistema jubilatorio argentino.
Se han solicitado informes al Gobierno y a la Oficina de Presupuesto del Congreso para evaluar el verdadero impacto fiscal de la fórmula, que según el oficialismo, podría ser mucho más alto del 0,4% del Producto Bruto Interno (PBI) que se estimó en Diputados.
En el contexto de la discusión sobre la fórmula jubilatoria, se prevé un posible conflicto de poderes. El presidente Javier Milei ha amenazado con vetar cualquier norma que surja del Congreso, aunque la oposición tiene los votos necesarios para revertir un eventual veto. La tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo se mantiene alta, y la resolución de esta disputa será clave para el futuro del sistema previsional.
La nueva fórmula jubilatoria, aprobada en Diputados, se basa en el Índice de Precios al Consumidor del INDEC, con una actualización anual en marzo basada en el incremento de los salarios. La fórmula establece un empalme del 8% y fija un piso para los haberes jubilatorios equivalente a 1,09 veces la canasta básica total por adulto. Además, se acordó financiar las deudas con las cajas previsionales con recursos tributarios específicos para ANSES.