Una diputada libertaria fue criticada por no usar la palabra "presidenta". "Soy de la vieja escuela", se defendió la legisladora que volvió a ser cuestionada por su visita a genocidas.
La palabra "presidenta" generó un insólito cruce en la comisión de las Personas Mayores de la Cámara de Diputados. La protagonista fue la diputada nacional Lourdes Arrieta, a la que estaba cuestionando una vez más por su visita a represores en el penal de Ezeiza. Pero a eso se agregó el malestar de legisladores del kirchnerismo porque la diputada se negó a llamar "presidenta" a la titular de la comisión, Gisela Marziotta.
"Perdónenme, yo soy de la vieja escuela. A las palabras que terminan en 'E' no creo que haga falta cambiarle el género", aclaró Lourdes Arrieta al referirse a la "presidente" de la comisión.
Acto seguido, la legisladora se defendió también de las críticas por su participación en la visita a condenados por delitos de lesa humanidad y reiteró que ella no estaba al tanto de quiénes eran las personas que estaban visitando. Incluso subrayó que realizó una denuncia penal por ese hecho.
"Quería decirles, ya que se tocó el tema, que me parece importante que hay una investigación en curso en la Justicia Federal. Que he recibido amenazas de adultos mayores. Y que además pedí una investigación dentro de la Cámara de Diputados por este tipo de conductas. Mi credibilidad vale ante todo y por eso me presenté ante la justicia", advirtió.