En un duro golpe al Gobierno, la Cámara baja le dio la espalda al decreto con votos del PRO y la UCR.
Con el voto clave de la UCR y el PRO, la Cámara de Diputados rechazó este miércoles el DNU de Javier Milei que destinó $ 100 mil millones a la nueva SIDE en carácter reservado y le asestó un duro golpe político al Gobierno.
Con 156 votos afirmativos, 52 negativos y seis abstenciones, se aprobó la declaración de rechazo al DNU presentado por el Ejecutivo como de “Fortalecimiento del Sistema de Inteligencia Nacional”, que ahora quedó en condiciones de ser tratado en el Senado. Para poder voltear el decreto, la oposición deberá ahora juntar también una mayoría simple en la Cámara alta, algo que a priori no parece complejo.
La sesión había sido pedida por el bloque de Encuentro Federal -que preside Miguel Ángel Pichetto- la Coalición Cívica y parte del radicalismo disidente representado en Facundo Manes y Martín Lousteau.
Sin embargo, el dato político fue el aporte al quórum de dos diputadas nacionales loibertarias y cinco del PRO. Y luego en la votación, una veintena de legisladores de la bancada amarilla se plegó al rechazo del DNU.
En el medio está, por un lado, la interna entre Mauricio Macri y Santiago Caputo, principal asesor del Gobierno y quien está detrás de la nueva SIDE. Por el otro, la creciente tensión entre Macri y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Lo de hoy fue un golpe a dos bandas de Macri”, analizó un ex aliado de Cambiemos.
Justamente y tras la votación, el espacio que conduce Macri salió con un duro comunicado en el que cuestiona el decreto y advierte que “esto no es el cambio”.
“Desde el inicio de esta gestión, apoyamos al gobierno en todas las medidas que apuntalaban al cambio en la Argentina (la Ley de Bases, la ampliación de datos genéticos para seguridad, y más). Pero este DNU de $100 mil millones para inteligencia, en un contexto en el que ‘no hay plata’, y sin aclarar el uso de los fondos, no es el cambio”, cuestionaron desde el PRO.
El texto del espacio que conduce Macri cierra advirtiendo que “el progreso económico requiere instituciones fuertes y transparentes, y de un gobierno austero”, e insiste que “en el PRO esos valores son innegociables”.