Su contratación generó controversias tras descubrirse inconsistencias en su cargo y despido.

La Casa Rosada vuelve a estar en el centro de la polémica por una contratación sospechosa. Mercedes Doxandabarat, una joven de 27 años ingresó a trabajar en la sede gubernamental en 2020, luego de haber intercambiado mensajes con el entonces presidente Alberto Fernández a través de redes sociales.

Si bien su contrato inicial bajo la Ley Marco de Regulación de Empleo Público terminó en diciembre de 2020, Mercedes continuó desempeñándose en la Casa de Gobierno hasta septiembre de 2023, lo que ha despertado interrogantes sobre la estructura estatal bajo la cual continuó trabajando.

Según información suministrada por la Secretaría General de la Presidencia, la joven había sido contratada para prestar servicios en esa dependencia. Sin embargo, el ex jefe de gabinete Juan Manuel Olmos y otras áreas de la Casa Rosada han negado haber solicitado su contratación. Además, varios ex compañeros de trabajo aseguran que la joven continuó desempeñándose como secretaria en oficinas clave hasta su despido en 2023.

La controversia se intensificó cuando la joven fue acusada de haber solicitado reuniones y realizado gestiones en nombre de Olmos sin su autorización. Una de estas gestiones, que involucraba una audiencia con Máximo Kirchner, habría sido el detonante de su despido. Las suspicacias crecieron cuando se reveló que Mercedes había mantenido reuniones con un exministro del gobierno de Mauricio Macri, generando dudas sobre sus verdaderas intenciones.

Este caso recuerda otro escándalo similar relacionado con Grisel Tamborro, una azafata contratada por el gobierno tras haber conocido a Fernández en un vuelo privado. Ambos episodios resaltan las contradicciones y falta de transparencia en la contratación de personal en la administración anterior.