Según las autoridades del Ministerio de Salud, la institución atiende a un promedio de 30 pacientes y tiene un presupuesto anual de 16.800 millones de pesos, que no se justifican.

El Ministerio de Salud anunció el cierre del Hospital Bonaparte, especializado en salud mental, argumentando una baja ocupación. Según las autoridades, la institución atiende a un promedio de 30 pacientes internados y tiene un presupuesto anual de 16.800 millones de pesos, lo que no justifica su mantenimiento. Los trabajadores del hospital, sin embargo, afirmaron que hay más de mil pacientes y que fueron notificados de la clausura del servicio de guardia e internación sin aclaraciones sobre el destino de los pacientes.

Desde el Ministerio aseguraron que los pacientes internados serán trasladados a otras instituciones, mientras que los ambulatorios recibirán atención en centros cercanos. Además, señalaron que el cierre forma parte de un “proceso de normalización” debido a la ineficiencia en el uso de los recursos. No obstante, la noticia generó gran preocupación entre los profesionales, quienes indicaron que la medida los tomó por sorpresa y que no se dieron detalles claros sobre el futuro de sus empleos.

Soledad Bordalecou, trabajadora del hospital, expresó la sorpresa del personal ante el cierre, destacando que la institución ya había sufrido una reducción significativa de profesionales meses atrás. Según Bordalecou, “hace tres meses despidieron a 29 profesionales” y ahora el cierre total parece inminente, con rumores de que podría ocurrir en los próximos días.

Los trabajadores también advirtieron sobre la complejidad del traslado de los más de mil pacientes. Aunque el Ministerio sostiene que los internados serán derivados a otras instituciones, el personal teme que el proceso afecte la calidad de atención y que no se logre una transición adecuada para todos los pacientes que reciben tratamiento en el Bonaparte.

En respuesta a la situación, los trabajadores del hospital decidieron tomar medidas de fuerza. En un comunicado, hicieron un llamado a la comunidad y a diversas organizaciones para defender el hospital y la salud pública, y adelantaron la posibilidad de tomar las instalaciones mientras esperan una respuesta del Gobierno nacional.