La escuela aspira a convertirse en universidad e imparte diplomaturas con perspectiva peronista para formar cuadros y capacitar a futuros dirigentes en su intento por recuperar el dominio del Ejecutivo nacional.
En medio de un clima de polarización política y con un debate en curso sobre la distribución de los fondos públicos para las universidades, la Escuela Justicialista Néstor Kirchner (EJNK) se plantea una meta ambiciosa: convertirse en una universidad.
Esta institución educativa, que desde su fundación ha buscado formar cuadros militantes con un enfoque ideológico peronista, pretende alcanzar el nivel terciario y formalizar su oferta educativa.
Durante la última semana, el Poder Ejecutivo emitió un decreto para cambiar el nombre del centro cultural Néstor Kirchner por “Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento”, una clara muestra de las tensiones políticas que rodean las iniciativas kirchneristas.
Pese a ello, la EJNK reafirmó su compromiso con el ideario peronista en un evento liderado por Máximo Kirchner en Monte Hermoso, donde presentó su proyecto académico con la intención de formar una nueva generación de militantes y dirigentes alineados con la visión de Cristina Kirchner. Se espera que el próximo 17 de noviembre se oficialice su candidatura como líder del Partido Justicialista, consolidando así la estrategia del espacio.
Desde su inauguración en 2023 en el Teatro Argentino de La Plata, con la expresidenta y exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner como oradora principal, la EJNK ha sido un espacio de formación para militantes. La exmandataria, en esa ocasión, resaltó la importancia de la educación política para “construir una mayoría popular” que recupere el poder en el país. En ese momento, el peronismo aún se encontraba en el poder, con Alberto Fernández en la presidencia y Sergio Massa como ministro de Economía. Sin embargo, el tiempo ha pasado, y tras las derrotas electorales, el kirchnerismo se enfrenta a una nueva realidad donde la formación de cuadros se convierte en una prioridad estratégica.
Nicolás Trotta, quien fue ministro de Educación durante la presidencia de Alberto Fernández, se ha convertido en el principal referente de la EJNK. A pesar de que dejó su cargo en 2021 tras una derrota electoral, ahora vuelve al frente del aula kirchnerista, buscando impulsar la educación política como una herramienta fundamental para el futuro del movimiento.
La EJNK, que ya ha formado a más de 15,000 estudiantes en cursos y diplomaturas que abarcan temas como “perspectiva ambiental, de género y multicultural”, enfatiza en su discurso que la educación y la militancia son inseparables. “La construcción del conocimiento es inseparable de la militancia y la acción política”, reza uno de sus eslóganes. La escuela busca dotar a sus estudiantes de una “filosofía justicialista” que, según ellos, es fundamental para las “grandes transformaciones” que el país necesita.