El evento, marcado por una fría interacción entre el primer mandatario y su vice, expuso las tensiones internas y profundizó el discurso del oficialismo contra el abolicionismo.
Este 1 de noviembre, en el marco del 203 aniversario de la Policía Federal Argentina (PFA), el presidente Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel, protagonizaron un reencuentro en la Escuela de Cadetes de Villa Lugano.
Durante el acto de entrega de premios a los cadetes de la PFA, también estuvo presente la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien reforzó el mensaje de respaldo a las fuerzas de seguridad. En medio de una relación visiblemente tensa, los integrantes de la fórmula presidencial electa coincidieron en un mensaje contundente contra el garantismo y las políticas de seguridad de gestiones anteriores.
Milei abrió su discurso con un enérgico agradecimiento a los agentes presentes, destacando su labor y lamentando lo que describió como años de “escarnio” sufrido por las fuerzas policiales bajo gobiernos pasados. Apuntando al kirchnerismo, sostuvo que durante “dos décadas” se trató a los criminales como víctimas y a las fuerzas de seguridad como opresoras, impulsando lo que él calificó como “abolicionismo encubierto”.
“Nos hicieron creer que los delincuentes son las víctimas de sus propias historias, mientras que ustedes, que nos protegen, fueron demonizados,” expresó con vehemencia. Según el presidente, estas ideas responden a una “penetración de la izquierda” en el país, que habría provocado el debilitamiento del Estado en la represión del delito.
Villarruel, quien mostró un breve momento de emoción durante el homenaje a los policías caídos, también fue enfática en sus críticas. Aunque evitó un saludo directo con Milei frente a las cámaras, coincidió en la condena al garantismo y en la defensa de un enfoque de seguridad duro. La transmisión oficial evitó captar el saludo entre ambos, evidenciando las tensiones que perduran entre los dos referentes del oficialismo.
La ministra Bullrich, en su intervención, sostuvo que este gobierno es el primero en respaldar de forma decidida a la PFA, con representantes de los tres poderes del Estado en el acto. Destacó la labor policial en la lucha contra el narcotráfico y proyectó que 2024 será un año récord en decomisos, como parte del compromiso con la seguridad y el orden.
La ceremonia cerró con distinciones a varios agentes, incluido el subcomisario Guillermo Armentano, herido durante la toma de posesión de Milei. Para el presidente, Armentano representa el “honor y la integridad” que busca rescatar en las fuerzas.
Este acto expuso el enfrentamiento del Ejecutivo con sectores de ideología de izquierda, cuya influencia en la seguridad, según Milei, ha llevado a Argentina a vivir en “un baño de sangre”. La postura firme de Villarruel y el respaldo de Bullrich en este evento marcan el endurecimiento del enfoque del oficialismo en seguridad, y también un recordatorio de las fricciones internas que Milei y Villarruel intentaron disimular, aunque sin éxito total, durante la ceremonia.