La extitular de Aysa no descansa en el llamado a "unir". Recorridas, capacitaciones y discursos en una carrera contrarreloj por no perder bancas legislativas el próximo año.
"Tenemos un importantísimo rol en este momento: el de unir", escribió Malena Galmarini en sus redes sociales hace una semana. Lo hizo junto a un video que muestra un fragmento de la bajada de línea que realizó en un encuentro massista en Córdoba, donde llamó a recuperar el peronismo y convertirse en la esperanza "de los que están peor".
En medio de la fuerte interna peronista entre los Kirchner y el gobernador bonaerense Axel Kicillof, de cara a las elecciones del Partido Justicialista del 17 de noviembre y a meses de las próximas elecciones legislativas, Galmarini alzó la voz y comenzó a marcarle la cancha a los suyos con un pedido explícito: recuperar lo perdido.
"Tenemos un importantísimo rol en este tiempo, que es el de unir, que es el de juntarnos. Hay que ir a buscar a cada compañera y a cada compañero que no esté aquí; a cada compañera y a cada compañero que se haya ido del peronismo por alguna razón hace tiempo", dijo a su tropa en Córdoba la semana pasada.
También pidió buscar "a cada una y a cada uno que crea que la Argentina puede ser mejor". "(Tenemos que) ponernos de acuerdo, saber qué queremos para la Argentina, pero también por qué hacemos política, para qué hacemos política, y para quiénes hacemos política", subrayó.
En ese contexto, la extitular de Aysa pidió "entender que hay otros que están peor" y señaló que son esos los que ven en ellos "una esperanza".
Galmarini desea "ser también la esperanza de aquellos que ya no pueden esperar" y que el Frente Renovador se convierta "en ese movimiento que abraza, que crea mayorías y que lleva no sólo al peronismo, sino a toda la Argentina a la victoria".
Aunque la esposa del excandidato a presidente y exministro de Economía por el Frente de Todos, Sergio Massa, está apoyando su carrera hacia 2025 con formación política—cursó el Diplomado en Gobernabilidad e Innovación Pública en la Universidad Católica de Córdoba, donde recientemente participó de la última clase—, por ahora esto carece de un anuncio o formalización de ninguna intención concreta.