Luego de revocar la jubilación de la ex presidenta Cristina Kirchner, el Ejecutivo anticipó más modificaciones.
El gobierno de Javier Milei está evaluando revocar 13 jubilaciones de privilegio tras el fallo de la causa Vialidad, que afecta a Cristina Kirchner. Sin embargo, decidió no suspender la asignación especial que percibe Zulema Yoma, viuda de Carlos Menem, a pesar de que el ex presidente fue condenado en 2018. Un funcionario justificó esta medida explicando que “la línea política es quitarle el beneficio al condenado, no al beneficiario”, ya que Menem falleció. Este criterio también se aplica a las asignaciones percibidas por la viuda de Roberto Levingston y la hija de José María Guido, ex mandatarios de facto.
La decisión de revocar la pensión de Cristina Kirchner, que suma $21 millones junto con la asignación de Néstor Kirchner, fue oficializada por el titular de ANSES, Mariano de los Heros. En este marco, el Ejecutivo ya tiene preparada la defensa jurídica si la ex presidenta decide impugnar la medida, argumentando que la condena de Kirchner constituye una causal de “mal desempeño” y “vulneración del honor de la magistratura” según el artículo 36 de la Constitución. La normativa invocada también incluye el artículo 29 de la ley 24.018, que estipula que estos beneficios no se aplican a personas removidas por mal desempeño.
Desde la ANSES afirman que estas pensiones son “jurídicamente incompatibles” para quienes cometieron delitos en ejercicio de la función pública, y destacan que la condena de Kirchner implica “indignidad” y atenta contra el sistema democrático. Como respaldo, el Gobierno menciona la eliminación previa de asignaciones otorgadas a ex funcionarios de facto entre 1976 y 1983, y recientemente la asignación de Amado Boudou, ex vicepresidente condenado, que también fue suspendida.
La exoneración de la asignación de Menem a Zulema Yoma generó diferencias dentro del Ejecutivo. Según un funcionario, “si estuviera vivo, sería igual de indigno que Cristina Kirchner por la condena y le sacaríamos la pensión”. Sin embargo, el entorno cercano a Milei evita criticar la gestión de Menem en los años 90, y dentro de la Casa Rosada se refieren a él como “Carlos primero”, buscando emular su política privatizadora.
El homenaje a Menem es evidente: el Presidente inauguró su busto en la Casa Rosada, acompañado de sus familiares y de altos funcionarios afines, como Martín Menem y Eduardo “Lule” Menem, lo que demuestra una línea de respeto hacia el ex presidente en la actual administración.