Leonardo Cifelli defendió los ajustes en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales y cuestionó a gestiones anteriores por el uso de fondos públicos en producciones de baja calidad.
El secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, salió al cruce de las críticas que acusan al gobierno de desfinanciar el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). En una entrevista con Radio Mitre, sostuvo que, lejos de cerrar el organismo, se están implementando nuevos criterios para el otorgamiento de subsidios.
“El INCAA sigue funcionando, pero ya no se financian proyectos sin evaluación. Antes subsidiaban cualquier cosa, incluso películas que no pasaban ningún filtro”, afirmó Cifelli.
Según el funcionario, el problema radicaba en el manejo arbitrario de los recursos: “Era un club de amigos donde se financiaban bodrios que no representaban a la mayoría de los argentinos”.
Cifelli destacó el trabajo del nuevo presidente del INCAA, Carlos Pirovano, quien habría introducido un comité evaluador para garantizar que los fondos públicos sean destinados a producciones que realmente aporten valor cultural. Además, criticó el uso del cine como herramienta de propaganda política: “En el último Festival de Cine de Mar del Plata hicieron campaña a favor del peronismo. La cultura no puede ser usada con fines partidarios”.
Tecnópolis: ajustes y críticas al gasto
El predio de Tecnópolis también fue objeto de las críticas de Cifelli. Según el secretario, la gestión anterior dejó una deuda de 700 millones de pesos y destinaba 1.600 millones anuales al mantenimiento del espacio. “Tecnópolis era una máquina de quemar plata. Estamos trabajando para equilibrar las cuentas y rentabilizar los espacios a través de alquileres”, afirmó.
En este sentido, el funcionario aseguró que ya se están generando ingresos con las nuevas políticas de gestión. “El objetivo es que los argentinos no tengan que seguir pagando por ineficiencias pasadas”, subrayó.
Polémica por los libros escolares con contenido explícito
Cifelli también se refirió a la polémica por la distribución de libros con escenas de contenido explícito en escuelas de la provincia de Buenos Aires. Aunque admitió no haber leído el libro Cometierra, utilizado en algunos establecimientos, lo calificó de inadecuado: “Es inaceptable que pongan ese material para chicos. Esto demuestra una falta de responsabilidad y criterio por parte del gobernador Kicillof y su ministro de Educación”.
El secretario fue más allá al señalar que situaciones como esta evidencian una “desconexión total” entre las autoridades y las necesidades reales de las escuelas.
En línea con las políticas de desregulación del gobierno, el libertario celebró las modificaciones a la Ley 24.633 que permiten agilizar la exportación de bienes culturales. Este cambio, impulsado por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, busca eliminar trabas burocráticas para artistas y galeristas argentinos.
“Ahora los artistas pueden mover sus obras con mayor facilidad y participar en ferias internacionales sin tantos trámites. Esto pone a la cultura argentina en un lugar más competitivo a nivel global”, explicó el secretario.