La exvicepresidenta debía ocupar la Presidencia de la Nación porque Javier Milei no se encontraba en el país. Desde la Escribanía General de la Nación sostuvieron que Villarruel no contestó las llamadas que le realizaron.
Este jueves el Senado de la Nación decidió expulsar al senador peronista y aliado del Gobierno, Edgardo Kueider, después de haber sido detenido en Paraguay con 200 mil dólares sin declarar. Sin embargo, el periodista Eduardo Feinmann encendió las alarmas al revelar que la sesión en la que se votó por la expulsión podría ser impugnada. Esto se debe a que el presidente Javier Milei se encontraba viajando a Italia para encontrarse con Giorgia Meloni y Victoria Villarruel debería haber ocupado temporalmente la Presidencia de la Nación, por lo que no podría haber participado de la sesión en la Cámara Alta.
Feinmann amplió la información diciendo que “desde la Escribanía General de la Nación dicen que el escribano llamó a Victoria Villarruel desde las 12:50 hs (Milei partió rumbo a Italia al mediodía) avisándole que estaba en ejercicio del cargo de Presidente de la Nación desde esa hora, lo derivaron con su secretaria y nunca le contestaron. El escribano tiene todas las pruebas y se le avisó en todo momento que ella no podía presidir”.
Desde el entorno de la vicepresidenta negaron que se hayan intentado comunicar con ella y especificaron que el escribano se presentó en el Congreso después de las 19 hs para firmar las actas del traspaso de mando.
Para evitar la asunción de la camporista Stefanía Cora, el Gobierno evalúa solicitar la nulidad de la sesión por las dos funciones incompatibles que ejerció Villarruel. Desde Casa Rosada sostienen que Kueider o cualquier otro senador puede solicitar que el encuentro sea impugnado, por lo que debería realizarse una nueva sesión para tratar la expulsión. Además, el diputado liberal Damián Arabia sostuvo que la presencia de la vicepresidenta en el recinto podría “configurar el delito de usurpación de cargo”.
Este polémico hecho podría ser utilizado como herramienta por el Gobierno para no perder a un aliado en la Cámara de Senadores y, además, podría tensar aun más la relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel.