Mariano Campero, Martín Alfredo Arjol y Luis Albino Picat fueron desvinculados por el Tribunal de Ética por “lesionar la dignidad del partido”.

El Tribunal Nacional de Ética de la UCR expulsó a los diputados nacionales Mariano Campero, Martín Alfredo Arjol y Luis Albino Picat por “lesionar gravemente la dignidad del partido”. La medida, adoptada por la mayoría, se tomó tras conductas que afectaron la unidad y la imagen pública del radicalismo, y fue respaldada por artículos de la Carta Orgánica Partidaria y el reglamento interno.

El proceso disciplinario se inició en septiembre, luego de que los legisladores visitaron la Casa Rosada y se reunieron con el presidente Javier Milei un día antes de una votación clave en el Congreso. El tribunal calificó este encuentro, que incluyó fotos oficiales y una selfie, como un acto “destinado a causar alto impacto en la opinión pública” y contrario a las posturas oficiales de la UCR, especialmente en temas sensibles como la movilidad jubilatoria.

El fallo mayoritario, firmado por Alicia Tate y Juan Pedro Tunessi, señaló que los actos de los diputados fueron deliberados y provocaron un daño a los valores éticos del partido. Por su parte, el voto en minoría de Ricardo Barrios Arrechea cuestionó la dureza de la sanción, proponiendo una suspensión temporal en lugar de la expulsión y advirtiendo sobre el impacto de estas medidas en un contexto político adverso para la UCR.

El tribunal destacó la importancia de mantener la identidad partidaria en un escenario de fragmentación política y reafirmó que la pertenencia al radicalismo exige adherencia a sus principios y respeto a su disciplina interna. Esta resolución busca, según sus firmantes, enviar un mensaje de firmeza en la defensa de los valores históricos del partido, particularmente en temas como la movilidad jubilatoria y la educación pública.

Por otro lado, no se resolvió la situación de Pablo Cervi, otro legislador señalado por posturas similares, quien cuenta con un plazo para presentar su defensa. Mientras los diputados expulsados ​​tienen la posibilidad de apelar la sanción, su continuidad dentro del radicalismo parece haber llegado a su fin.