El proyecto quedó sin fecha para su tratamiento y el gobernador deberá prorrogar el del ejercicio 2024.
El gobierno bonaerense de Axel Kicillof no logró aprobar el Presupuesto 2025 ni la Ley Impositiva en la Legislatura provincial, luego de intensas negociaciones que se estancaron entre el oficialismo y la oposición. El presupuesto, que contemplaba un gasto de $32 billones, quedó sin fecha para su tratamiento y deberá ser prorrogado el del ejercicio 2024, afectando la capacidad de planificación de la provincia.
La sesión, que requería el apoyo de 47 diputados para avanzar, fracasó debido a divisiones internas dentro de Unión por la Patria (UxP) y a la falta de acuerdo con los bloques opositores de la UCR y el PRO. Además, la autorización para endeudamiento por más de 1.000 millones de dólares, que exigía el voto de dos tercios de la cámara, se topó con la negativa de La Libertad Avanza y otros sectores opositores. “Lo que no se acordó en todas estas jornadas ya no se va a acordar porque nunca hubo un canal de diálogo”, expresó Diego Garciarena, presidente del bloque radical.
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Los principales puntos de discordia incluyeron un reclamo opositor para eliminar un artículo que habilitaba al gobernador a aumentar impuestos más allá del 28% anual, la exigencia de transferir el 16% de los fondos de endeudamiento a los municipios, y un pedido para aumentar el fondo destinado a las comunas de $160 mil millones a $400 mil millones. Además, algunos intendentes del PJ buscaron sin éxito reactivar la discusión sobre la reelección indefinida, lo que no avanzó ante el rechazo generalizado.
Dentro del oficialismo también hubo tensiones. Facundo Tignanelli, presidente del bloque de UxP, expresó su malestar en redes sociales, señalando la falta de alineamiento interno: “Boludeces, no”. A su vez, el presidente de la Cámara, Alexis Guerrera, responsabilizó al Ejecutivo por no alcanzar los consensos necesarios, afirmando que el gobernador debía liderar los acuerdos para garantizar tranquilidad a la población.
Sin un presupuesto aprobado, Kicillof deberá gobernar bajo un esquema de fragilidad institucional y discrecionalidad, utilizando la ley impositiva de 2024 y emitiendo decretos de adecuación presupuestaria.