Los senadores peronistas también quieren poner un procurador e incluir más pliegos de jueces. La respuesta del Gobierno.
El Gobierno llamó a que se desarrollen las sesiones extraordinarias en el Congreso y tiene como una de sus principales finalidades el que se nombre, en ese marco, a Ariel Lijo como nuevo juez de la Corte Suprema. Para cubrir la necesaria mayoría de dos tercios debe contar con el acuerdo del bloque kirchnerista, en donde se impone el consenso a favor respecto al nombramiento de Lijo pero exigen que ello sea parte de un acuerdo de mayores proporciones.
Como parte de dicho acuerdo, para el kirchnerismo debe incluirse el nombre para la segunda vacante en el Máximo Tribunal, la ampliación de la Corte, la designación del procurador y 150 pliegos de jueces, defensores y fiscales pendientes, y quiere tener atribuciones sobre, al menos, el nombramiento de una jueza para la Corte, la cual estaría posicionada de forma cercana al peronismo. Para ocupar el cargo vacante, manejan el nombre de María de los Ángeles Sacnun, ex senadora alineada a Cristina Kirchner.
Otra particularidad de la propuesta de la bancada kirchnerista es que Lijo y la candidata que propongan deben ser votados a la vez. Esto quiere decir que no votarían al candidato propuesto por el Gobierno con la promesa pendiente de cumplir de nombrar a la jueza.
Respecto a la ampliación de la Corte Suprema, el Ejecutivo no incluyó dicho tema entre los asuntos a tratar, pero dejó abierta la puerta a la discusión de todos los pliegos de los jueces, defensores y fiscales, que se cuentan en 150.
En este aspecto, el oficialismo libertario no solo deberá negociar con el kirchnerismo, sino también con el PRO y la UCR, que en más de una ocasión recriminaron al Gobierno por dejarlos de lado y privilegiar la negociación con los senadores y gobernadores peronistas, que tienen una influencia mayor en el Senado que el PRO y los radicales.