11 marzo 2025

¿Los Gobernadores vuelven a partir el peronismo?

La oposición en el Senado busca llevar a una sesión los nombramientos de Lijo y García Mansilla. La estrategia está decidida pero nadie sabe cuál es la cuenta total de votos para rechazarlos. UP dice tener garantizado los votos para dar marcha atrás al decreto del gobierno pero no puede asegurar que todo el bloque vote igual.

El Senado tiene pendiente el tratamiento de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como miembros estables de la Corte Suprema de Justicia. La decisión del gobierno de nombrarlos por decreto en comisión aceleró los tiempos, lentos hasta el momento, por ir al recinto.

El objetivo de una parte de la oposición es ir a una sesión para rechazarlos y que su situación quedé aún más en una disputa de poderes. "No le vamos a dar el gusto al gobierno", dijo un senador dialoguista a este portal consultado si había chance de rechazar uno solo. Los dos o nada. "Los dos violaron la constitución", sentenció otro dirigente peronista.

Según los senadores de UP y los que se han encargado de inundar las redes con el lema #LijoNo, alcanza con 25 votos para rechazar los pliegos. Es decir, con dejar constancia en el panel de votación de que ambos no reúnen el acuerdo de los dos tercios del Senado. Esta suma y resta de mayorías puede quedar sujeta a distintas interpretaciones constitucionales.

“Si no rechazamos esto, terminó el sistema republicano de gobierno”, se quejó una banca de peso en Unión por la Patria. Entienden que no puede un Juez estar a tiro de decreto. Sin embargo, ante esta certeza, nadie en el peronismo se anima a garantizar los 34 votos unidos. Más bien todo lo contrario.

Los gobernadores, al igual que en la suspensión de las PASO, jugarán su partido. Por los pasillos de la Cámara alta, una alta fuente parlamentaria del peronismo confirmó a este portal que ya hubo reunión interna y están advertido que no habrá unidad en una posible votación de los pliegos. “Algunas provincias tienen buenos vínculos con los designados”, apuntaron. Como contó Data Clave, esta misma tensión se reproduce en el bloque UCR donde sectores vinculados a gobernadores esconden la firma e intentan presionar para que no se consume un rechazo.

En UxP se encargaron de resaltar que en la misma reunión en donde se discutió la posición frente a los pliegos, los posibles díscolos ya avisaron que esta nueva división no va a significar una ruptura del bloque. A esta altura, qué le hace a un tigre una nueva votación.

La estrategia también está definida. El primer paso es reunir las firmas para el pliego de García Mansilla. Es el dictamen que falta terminar de concretar para poder ir con los dos nombres al recinto. El de Lijo tiene las firmas desde mediados de febrero.

En esta ocasión, la carga se invierte, el que estampe su nombre en el dictamen en realidad está empujando a un posible rechazo en el recinto. Según fuentes parlamentarias, restan un puñado de firmas, los más osados se animan a decir que resta una sola. Las miradas de la oposición están puestas en la UCR.

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