En las filas del partido amarillo miran de reojo a sus pares boina blanca por la posibilidad de romper bloques en los distritos. La estrategia radical podría impactar en la bancada de la Legislatura bonaerense.
Atrás quedaron los comicios de medio término que determinaron una victoria con sabor agridulce para Juntos y los ánimos internos comenzaron a elevar la temperatura. Es que, a la perdida de una de las cinco bancas de senadores a manos del Frente de Todos, se suma la posibilidad de una ruptura en la armonía legislativa, tanto distrital como provincial.
La alianza entre el PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica – ARI como principales socios, no atraviesa sus mejores días. En concreto, las miradas apuntan al partido amarillo y al radicalismo en lo que sería la primera gran interna luego de la unidad plasmada desde 2015.
En los últimos días comenzó a ganar volumen la posibilidad de la creación de bloques propios en los Concejos Deliberantes de los distritos de la región donde gobierna el PRO. Es decir, Junín y 9 de Julio. Además, la misma lógica se desarrollaría en toda la provincia de Buenos Aires.
De esa manera, la UCR que preside el marplatense Maximiliano Abad busca ampliar las espaldas a la hora de la negociación interna marcándole la cancha a sus socios. El análisis boina blanca se fundamenta en la victoria de Facundo Manes sobre Diego Santilli en los distritos del interior provincial durante las PASO. Claro, las adhesiones no alcanzaron para que el exvicejefe de gobierno porteño sea derrotado y acabó por ser el candidato de Juntos.
Así, el radicalismo evalúa crear sus espacios de representación legislativa propia en los pagos donde el liderazgo está en manos de dirigentes del PRO. La estrategia levantó la guardia de los representantes del partido amarillo que esperan el movimiento radical para actuar en consecuencia.
Incluso, las declaraciones que el intendente de General Viamonte, Franco Flexas, brindó a este medio, incrementaron el runrún de la política regional.
Vale recordar que, Flexas sentenció: “Es necesario repetir el camino que inició el radicalismo este año con candidatos propios. El PRO no creo que haya aprendido mucho a negociar, acordar y proponer un Gobierno con su socio mayoritario. Sigue la misma postura o más radicalizada que cuando estaba la Gobernadora (Vidal)".
"No hay ánimos de acuerdo, hay ánimos de imposición del PRO a lo que venga. Por eso, el radicalismo tiene que presentar una propuesta fuerte, tenemos que liderar la provincia de Buenos Aires", abundó y lanzó: “No se van a resolver los problemas de la Provincia con gente que venga de afuera".
En ese marco, el PRO levanta la guardia y el conflicto podría escalar hasta la Legislatura, más precisamente la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. “Si ellos rompen en nuestros distritos, no se descartamos que juguemos la misma carta”, señalaron desde el PRO bonaerense a este medio y agregaron: “Hasta podría tener implicancia en la Cámara de Diputados”.
“El PRO ganó la interna y la general, tiene más diputados y le da la presidencia al radicalismo con Abad, pero ellos quieren romper en nuestros distritos. El Comité Provincia no puede avalar que en los distritos se corten solos”, señalaron. Así, el PRO guarda bajo la manga la misma carta que el radicalismo para los distritos con conducción correligionaria y podría subir la apuesta con una fisura en la Legislatura.
Fuente: Cuestión Política.