“Siempre buscaron a mi hijo como si estuviera muerto. Vivo no lo buscaron en casi ningún momento”, reclamó su padre.
Hace un año, Tehuel de la Torre, un joven trans de 22 años, fue visto por última vez cuando salió de su casa de la localidad bonaerense de Alejandro Korn. Fue a la vivienda de Luis Alberto Ramos, un hombre que cargaba con una condena de homicidio y no se supo nada más de él. Su novia realizó la denuncia y así dio inició a la investigación que encabeza la fiscal Karina Guyot, titular de la UFI de San Vicente.
“Siempre buscaron a mi hijo como si estuviera muerto. Vivo no lo buscaron en casi ningún momento”, observó Andrés De la Torre, quien aseguró que hasta ahora la fiscal a cargo de la investigación “no tiene nada”. “Es muy duro que llegue esa fecha y no esté. Queremos saber dónde está. Lo que más quiero es que mi hijo aparezca”, añadió.
Este viernes, en coincidencia con el aniversario, familiares, amigos y activistas convocaron a manifestaciones para exigir su aparición con vida, mientras que más de 11 mil firmas avalaron un petitorio que reclama que se “dispongan todas las herramientas para encontrarlo” y pide que “los medios que sigan difundiendo su desaparición”. En tanto, la Legislatura porteña aprobó una declaración impulsada por Ofelia Fernández para acompañar el reclamo.
En la causa “hubo una lentitud pasmosa”, reclamó el padre del joven. “Fue todo muy lento, muy demorado. La alerta naranja se impulsó a los tres meses de su desaparición cuando debería haberse emitido a los cinco días. Además, todos los rastrillajes que se hicieron estuvieron mal hechos. No fueron realizados por un cuerpo especializado en rastrillajes”, detalló. Para De la Torre, aunque fuentes judiciales aseguran que no hay pruebas al respecto, “hay indicios de que Tehuel pudo haber sido llevado por trata de personas”. Por eso, explicó, quisiera “que intervenga alguna fiscalía federal”.
El padre del joven criticó, también, que la hipótesis del homicidio, que sostiene la fiscal Guyot, se base únicamente “en los antecedentes penales de uno de los sospechosos”. “Siempre buscaron a mi hijo como si estuviera muerto. Vivo no lo buscaron en casi ningún momento”, apuntó.