Con la aprobación de este proyecto se busca una actualización del enfoque biomédico que actualmente tiene Ley Nacional del Sida 23.798, sancionada en 1990, con el fin de dar paso a un abordaje integral desde la salud colectiva, con una perspectiva en Derechos Humanos que haga foco además en los problemas de prejuicio y discriminación que al día de hoy sufren las personas que viven con VIH.
Hoy el Senado debatirá el proyecto de Ley de Respuesta Integral al VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual, que ya cuenta con media sanción en diputados y que anteriormente había perdido estado parlamentario en tres ocasiones.
Para su aprobación, requerirá al menos 37 votos de un total de 72 bancas que actualmente componen la cámara alta del Congreso y se sabe qué hay Senadores con COVID, pero que el quórum estaría garantizado.
Con la aprobación de este proyecto se busca una actualización del enfoque biomédico que actualmente tiene Ley Nacional del Sida 23.798, sancionada en 1990, con el fin de dar paso a un abordaje integral desde la salud colectiva, con una perspectiva en Derechos Humanos que haga foco además en los problemas de prejuicio y discriminacion que al día de hoy sufren las personas que viven con VIH.
La ley, que fue pensada en conjunto con diputados y distintas organizaciones de la sociedad civil, plantea la creación de un Observatorio Nacional sobre Estigma y Discriminación para que se visibilice, documente y registre cualquier tipo de vulneración de derechos a las personas con VIH, así como un régimen de jubilación especial de caracter excepcional para quienes transiten las enfermedades de VIH y hepatitis B o C.
Además establece por ley que los test a estas enfermedades deberán ser voluntarios, gratuitos, confidenciales y universales; mientras que promueve la capacitación, investigación, difusión de campañas masivas mediante la conformación de una Comisión Nacional de VIH, Hepatitis Virales, otras ITS y Tuberculosis, integrada de forma interministerial e intersectorial por representantes de organismos estatales, sociedades científicas y organizaciones de la sociedad civil.
Es la primera vez que en 8 años un proyecto de ley cuenta con un contundente y conjunto apoyo intersectorial, por parte de los distintos bloques que conforman al poder legislativo, el Poder Ejecutivo y los ministerios que lo conforman (Ministerio de Salud y el de Mujeres, Géneros y Diversidades) así como organizaciones estatales como el INADI y la ANSES y un fuerte apoyo por las Naciones Unidas representadas por Alberto Stella, director de ONUSIDA para Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile.
Desde el Capítulo Argentina de la Alianza Mundial contra el Estigma y la Discriminación asociados al VIH se elaboró un documento que explica los 50 puntos clave para entender la ley de respuesta integral al VIH, que fue presentado el pasado lunes ante organizaciones locales y activistas de otros países de la región.
Se espera que la ley argentina pueda ser ejemplo de exportación a otros países de la región, en la respuesta al VIH y otras patologías, desde el enfoque integral de los derechos humanos