El gobernador Kicillof anunció el inicio de los trabajos el 14 de junio. Pero a dos meses, la empresa pide readecuar el presupuesto y despidió a operarios.
Dos meses de haberse anunciado la puesta en marcha de las obras de pavimentación de 47,4 kilómetros que completarán la Ruta del Cereal, una obra clave en el noroeste bonaerense, los trabajos se encuentran paralizados y denuncian que varios contratos de operarios fueron dados de baja.
Si bien la obra comenzó a ejecutarse en marzo con los primeros movimientos de suelo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó el 14 de junio en Daireaux el acto de puesta en marcha de la pavimentación que completarían los 96 kilómetros del trayecto.
“No tenemos información oficial, se habla de una suspensión momentánea probablemente hasta que se actualice el presupuesto que quedo desfasado”, dijo Silvio Herrero, integrante de la Mesa Promotora de la Ruta del Cereal. Al ser consultadas por DIB fuentes del Gobierno, reconocieron que hubo un pedido de la empresa para redeterminar la obra y que se definirá en los próximos días cómo se sigue.
Con una inversión de $ 1.913 millones, la ruta apunta a beneficiar a unos 40.000 habitantes ya que facilitará el transporte de producción para la zona de los puertos de Bahía Blanca y Quequén. En concreto, conecta a la ruta provincial 86 y a la nacional 33 y atraviesa unas 650.000 hectáreas de los distritos de Daireaux, Trenque Lauquen, Guaminí, Tres Lomas y Pehuajó. En la zona se produce soja, maíz, trigo y girasol. Además, circulan más de un cuarto de millón de cabezas de ganado por año y hay alrededor de 40 tambos.
Las obras, que ahora se encuentran en “stand by”, incluyen la repavimentación del camino que conecta a Garré con la ruta nacional 33; señalamiento horizontal y vertical; materialización de banquinas de tierra; alcantarillado; y construcción de terraplenes para asegurar el acceso a los campos linderos.
Según denunciaron concejales de Juntos de los distritos implicados, la paralización de la obra llevó a que la empresa despidiera a unos 40 trabajadores y solamente dejara a seis de mantenimiento. Además, el trabajo que se había iniciado quedó a mitad de hacer, por lo que al recorrer el camino hay montículos de tierra amontonados y zanjas.