Mantuvieron un encuentro de casi una hora en el Senado; "Intercambiamos ideas de lo visto y lo sucedido", reveló; también estuvo con el jefe de la custodia de la ex presidenta.

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, se reunió el jueves pasado con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras el intento de magnicidio ocurrido el 1° de septiembre. Aseguró que está "involucrado" en lo sucedido, pero aclaró que no interviene en las medidas que pueda adoptar la custodia de la titular del Senado.

Luego, en diálogo con Radio 10, dio algunos detalles de su reunión con la titular del Senado. "Fue una reunión que no he tomado la hora, debe haber sido entre 45 minutos y una hora de charla, y comentamos cosas que a ella le interesaban y que a mí me interesaba que ella conociera", reveló. Y subrayó: "Para mí, ella y Néstor (Kirchner) son mi familia".

El titular de Seguridad, que desde un primer momento defendió el accionar de la Policía Federal, tanto el de los oficiales que trabajaron esa noche en Recoleta como el de los investigadores que intervinieron después del intento de asesinato, en medio del revuelo que generó el formateo del teléfono celular de Sabag Montiel, afirmó que la ex presidenta no le "reprochó nada" del operativo desplegado en derredor de su domicilio.

El ministro de Seguridad quedó en el centro de la polémica luego de que un hombre gatillara un arma a centímetros del rostro de la ex presidenta. A tal punto que, según contó, puso su renuncia a disposición del presidente Alberto Fernández.

"Intercambiamos ideas de lo visto y lo sucedido, de lo que se está trabajando, de la cantidad de información con la que se cuenta y que debe ser procesada para que tome los efectos que correspondan en el ámbito que correspondan", explicó.

Sobre el estado de ánimo de la vicepresidenta, dijo: "La vi muy bien, Cristina es una mujer muy fuerte y con cosas muy claras en la cabeza. Sabe exactamente lo que quiere".

En otro tramo del reportaje, Fernández también contó que se reunió con Diego Carbone, jefe de la custodia de la vicepresidenta.

"Lo convoqué en el despacho para intercambiar ideas de cosas que tenían que ser curadas y lo mismo he hablado con la vicepresidenta sobre este tema, de cosas que yo entendía que teníamos que trabajarlas. Pero hasta allí. No es una tarea habitual la de hablar con las custodias, es un trabajo que hacen los profesionales y especialistas en el tema", dijo.

"Yo no defino nada, no juego al policía", aseguró, desligándose de futuros operativos que pueda montar la custodia de la ex presidenta. "Las modificaciones las hace el propio jefe de su custodia, yo no conozco ni siquiera cómo son los movimientos", agregó en ese sentido.