Los mandatarios alineados con el pedido de Alberto Fernández, cruzaron a sus colegas que se negaron a participar del ataque al máximo tribunal.
El pedido de juicio político contra los integrantes de la Corte Suprema, iniciado por el presidente Alberto Fernández, expuso nuevamente las fisuras internas en el Frente de Todos, ya que los gobernadores que se sumaron a la iniciativa criticaron a sus colegas que eligieron no brindar su apoyo.
De hecho, tras la reunión con el Jefe de Estado, para afinar los detalles del pedido que se presentará en el Congreso, el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, dijo que este no es momento “de tener miedo”.
“En este tiempo no hay que tener miedo, acá hay un hecho de gravedad institucional, creo que es histórico, y donde uno no puede mirar al costado por futuras consecuencias”, señaló el mandatario fueguino.
En ese sentido, Melella, envió un fuerte mensaje a sus pares que no respaldaron el ataque de la Casa Rosada contra el máximo tribunal: “Uno no tiene que tener miedo por lo que pueda venir a causa de esto, esta gente al que tiene miedo se lo va a llevar puesto, hay algo más grande para defender, la democracia, la transparencia”.
Otro de los líderes provinciales que demostró el malestar del oficialismo para con aquellos que no se sumaron a la embestida contra la Justicia, en medio de un año electoral, fue Ricardo Qintela, de La Rioja, que sostuvo: “Cada uno expuso su posición, unos en términos más firmes, otros, más prudentes”.
“Muchas veces el ímpetu de gobernadores como yo puede entorpecer la acción del conjunto de gobernadores”, remarcó el riojano, a lo que opinó que quienes no adhirieron al pedido de juicio político “tendrán sus razones”. Asimismo, el mandatario aseguró que no recibió “ningún tipo de apriete” para respaldar el pedido de juicio político.
Otro de lo que se sumó a las críticas, fue el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, quien justificó su respaldo al juicio político, porque defiende “el sistema representativo, republicano y federal de Gobierno” y consideró que es “un remedio institucional para cuando un poder comete tamaños niveles de exceso e incumplimiento”.
Entre los gobernadores que no adhirieron al pedido de juicio político contra los integrantes de la Corte, se encuentran: Alberto Rodríguez Saá, de San Luis, Gustavo Sáenz, de Salta, Arabela Carreras, de Río Negro, Omar Gutiérrez, de Neuquén, Oscar Herrera Ahuad, de Misiones, Sergio Uñac, de San Juan, Omar Perotti, de Santa Fe, y Juan Schiaretti, de Córdoba.