Grandes diferencias en la estrategia electoral dividen más al Frente de Todos en un año importante para el futuro del espacio político.
Sin candidatos ni estrategia electoral, el presidente, Alberto Fernández, convocó para el 16 de febrero a los principales referentes del Frente de Todos a una mesa política con el objetivo de comenzar a diseñar el plan partidario para las próximas elecciones.
El evento podría ahondar más la grieta entre un sector del oficialismo y el cristinismo, más critico de su propia gestión y que pujaba por que las PASO se suspendieran, algo que ya no podrá materializarse por falta de tiempo.
Es por ello que dicho sector dirá presente pero en forma de protesta sus dos referentes no concurrirán: Cristina y Máximo Kirchner ya adelantaron que se ausentarán en un claro mensaje contra Fernández que en materia electoral no escucha las voluntades de su compañera de fórmula.
Con su ausencia buscan bajarle al precio al encuentro que contará con jefes de la CGT y de organizaciones sociales, con quienes el cristinismo se rehusa a discutir candidaturas. En nombre de este grupo estarán Wado de Pedro y el “Cuervo” Larroque.
Junto al presidente, también estarán presente gobernadores e intendentes peronistas y referentes del Frente Renovador.
Alberto Fernández buscará los apoyos necesarios para lograr consolidarse como el candidato del oficialismo y retener el poder por cuatro años más. Sin embargo, desde el cristinismo optan por otros candidatos que destronen al presente mandatario y le permitan gobernar de forma independiente y sin tener que tomar decisiones en conjunto con otros espacios de la alianza política