Luego de su enfrentamiento con los mandatarios provinciales por la quita de subsidios, la Casa Rosada acelera su ofensiva contra el sindicalismo.
En un contexto de disputa con la CGT y otras facciones políticas, el gobierno de Javier Milei busca extender sus medidas de ajuste hacia la financiación de las obras sociales sindicales. Esto ocurre luego del recorte aplicado a los gobernadores la semana pasada, generando incertidumbre sobre la atención médica de sectores vulnerables como discapacitados, jubilados y monotributistas.
El plan de ajuste contempla una fuerte reducción de los recursos destinados al financiamiento de las obras sociales de los gremios, administradas por los principales líderes de la CGT. Tras el reciente paro general convocado por la central obrera, el gobierno aceleró su ofensiva contra el sindicalismo. Por ahora, el ajuste incluye recortes en los subsidios destinados a tratamientos médicos de alta complejidad y medicamentos de alto costo. Sin embargo, el plan es mucho más amplió y podría afectar a discapacitados, jubilados y monotributistas.
Esta decisión del Gobierno ha generado preocupación en la CGT, que advierte sobre posibles impactos negativos en la salud pública y el acceso a servicios médicos. “Si avanzan con el recorte vamos a ir a la Justicia a frenarlo” advirtieron desde la central obrera. La cúpula de la Confederación General del Trabajo organiza la contraofensiva que ya comenzaron algunos gobernadores que se opusieron a la quita de subsidios.
El jefe del gremio de Obras Sanitarias y encargado de la problemática de las obras sociales dentro de la CGT, José Luis Lingeri, expresó que “no entienden que no están castigando a los sindicalistas. Esto lo pagan los trabajadores, la gente y la salud pública que ya está colapsada” en relación a las medidas adoptadas por la Casa Rosada y el objetivo de ajustar a la “casta”. Por su parte, el Gobierno pretende que los gremios se hagan cargo de parte de los servicios médicos con recursos propios.
El escenario se complica aún más con la posible cancelación de subsidios automáticos destinados a compensar los aportes que reciben las obras sociales de monotributistas, jubilados y trabajadores de bajos salarios. Esta incertidumbre ha generado malestar en la cúpula cegetista, que reclama diálogo y claridad sobre las medidas que tomará el gobierno en materia de financiamiento de las obras sociales sindicales. Hasta ahora las prestadores recibieron los fondos de diciembre, pero no se sabe qué pasará con los correspondientes a enero y febrero.