En febrero se instaló públicamente la posibilidad de formalizar la unión, pero hoy no hay voluntad de ninguna de las partes.
"Eso quedó descartado hace muchas semanas. No hay voluntad en ninguno de los dos espacios. No va a ocurrir", sentencian dentro el PRO sobre la posibilidad de una alianza con La Libertad Avanza (LLA). Si bien en los hechos funcionan en tándem y el espacio amarillo garantiza la gobernabilidad y un respaldo leal en el Congreso, la posibilidad de institucionalizar esa unión se enfría cada vez más. Mientras parte del oficialismo mira con desconfianza al PRO, los amarillos se ven atravesados por distintas posturas que miden costos y beneficios personales. Las definiciones se tomarán en 2025, un año electoral clave para el oficialismo.
En febrero se empezó a hablar públicamente de la necesidad de concretar esta fusión con un Javier Milei recién asumido, una idea que responde al desembarco de una fuerza política nueva, desordenada, con debilidad en términos federales - no tiene gobernadores - y parlamentarios, con fallas internas y de funcionamiento.
En este escenario, la clave será observar cómo llega el oficialismo al próximo año, tanto en términos de legitimidad como de armado electoral. La secretaria general de la Presidencia y hermana del Presidente, Karina Milei, viene apostando a la construcción federal de LLA e incluso encabezó el lanzamiento de la fuerza libertaria en la Ciudad de Buenos Aires, una mojada de oreja para el PRO en el distrito que lo vio nacer y crecer hasta el día de hoy.
Las líneas del PRO
Dentro del PRO existe un semáforo sobre la alianza, con denuncias cruzadas sobre búsqueda de cargos. El exjefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se ubica en el color rojo, totalmente en contra de la idea de unirse a un Javier Milei que lo atacó y ataca de forma constante. "Estoy en contra de entregarle el PRO a Javier Milei", suele repetir, a la expectativa de que los malos resultados de la gestión den lugar a una construcción de centro que lo tenga como protagonista.
En el color amarillo aparece el expresidente Mauricio Macri, quien constantemente busca instalar la idea de que “el PRO no tiene un plan de cogobierno con LLA”. Con diálogo fluido con Milei y con parte de su equipo, el exmandatario es quien más analiza los costos y beneficios de la unión, mientras mira con preocupación, y según denuncia sin ser escuchado, la falta de cuadros técnicos en la gestión y el destrato del oficialismo hacia los gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC).
Esta falta de estabilidad se ve reflejada en un dato que no tuvo tanta repercusión pero expone los problemas de funcionamiento del Gobierno. Según un informe del politólogo Pablo Javier Salinas, en estos meses de gestión de Milei se produjo, en promedio, la renuncia de un funcionario cada 6 días.