Los rendimientos bajaron a 30% anual o incluso menos, lo que genera poco incentivo a los ahorristas a quedarse en pesos. Pero ahora las entidades cobran más tasas con la compra de bonos del Tesoro y podrían subir a niveles del 40%
En medio de la nueva suba de los dólares financieros, que ayer superaron los $1.200 en todas las versiones, el Gobierno le sugirió a los bancos que suban la tasa de plazos fijos. El encargado fue Luis Caputo, al explicitar los cambios en la política monetaria que vienen llevando adelante.
El ministro de Economía pasó ese mensaje en el encuentro con del IAEF del martes, donde participaron cerca de 1.000 ejecutivos de finanzas. En su presentación, explicó que está en pleno proceso el traspaso de la liquidez de los bancos desde pasivos remunerados del Banco Central a bonos emitidos por el Tesoro.
“En la última licitación pusimos la tasa de los títulos más alta que la de política monetaria del Banco Central, que en definitiva será casi testimonial”, expresó Caputo. La semana pasada el BCRA definió otra agresiva baja de tasas, desde el 50% al 40% anual, lo que llevó a una fuerte reducción del rendimiento de los plazos fijos que pagan los bancos.
Sin embargo, a las pocas horas, el Tesoro salió a colocar bonos y pago una tasa anual cercana al 48%. La respuesta fue inmediata: los bancos se pasaron masivamente a bonos y suscribieron más de $ 11 billones, con el objetivo de conseguir un rendimiento mayor.
“Los bancos deberían tener como referencia ahora la tasa del Tesoro y ya no la del Central para definir sus políticas”, expresó Caputo.
Fue una forma elegante de sugerir un incremento de las tasas que pagan a los ahorristas, teniendo en cuenta que ahora pueden colocar a niveles más altos al Tesoro. Una mejora de rendimientos en pesos sería fundamental para frenar la presión cambiaria de la última semana.
Los bancos redujeron drásticamente la tasa de plazos fijos la semana pasada, lo que estaría directamente relacionada con la escalada de más del 20% que tuvo el dólar en lo que va de mayo.
La mayoría de las entidades definió tasas del 30% anual (alrededor de 2,5% por mes) o incluso menores. Se trata de niveles que pierden contra la inflación, teniendo en cuenta que el índice de abril fue de 8,8% y el de mayo quedaría cercano al 5%. Pero más preocupante aún para los ahorristas es que también quedaron muy por debajo de la suba del dólar, borrando así parte de las ganancias de los últimos meses.