Se trata de la construcción de una planta de licuefacción de gas, en asociación con YPF. Podría ser la mayor en infraestructura del país en los próximos años.
La inversión de 30.000 millones de dólares para construir una planta de licuefacción de gas, en asociación con YPF, podría ser la mayor en infraestructura del país en los próximos años.
El interés de Petronas por desarrollar una planta de gas en Argentina no es nuevo. Durante el último mandato de Cristina Kirchner, representantes de la empresa malaya se reunieron con el mandatario bonaerense para discutir el proyecto. Sin embargo, una década después, el proyecto sigue sin concretarse debido a la falta de condiciones favorables para la inversión.
Recientemente, YPF envió una carta a Kicillof y al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, solicitando su predisposición para avalar el proyecto con facilidades y garantías económicas y ambientales. La fecha límite para responder es el lunes 15 de julio.
El principal punto de la carta de YPF es la adhesión al Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece beneficios impositivos para inversiones superiores a 200 millones de dólares. Este proyecto, con un valor estimado de 30.000 millones de dólares, supera con creces ese umbral.
Originalmente, la planta de licuefacción estaba destinada a Bahía Blanca, Buenos Aires. Sin embargo, Weretilneck propuso a Punta Colorada, en Río Negro, como una opción viable. Esto ha puesto a Kicillof en una posición difícil: adherir al RIGI significaría una rendición política ante Milei, pero negarse podría costarle a Buenos Aires la mayor inversión externa prevista para los próximos seis años.
Factores adicionales
La posibilidad de perder la inversión a manos de Río Negro, que ya ha avanzado rápidamente para adherir al RIGI, pone en juego la viabilidad económica de Buenos Aires y el futuro político del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
Weretilneck, por su parte, ha movido con rapidez. Envió un proyecto a la Legislatura de Río Negro para adherir al RIGI, que fue aprobado en tiempo récord. Esta iniciativa transforma a Río Negro en la primera provincia del país en adherir al régimen, aumentando sus posibilidades de ser la sede de la planta de Petronas.
Bahía Blanca y Punta Colorada tienen sus propias ventajas y desventajas. El puerto bonaerense cuenta con infraestructura instalada y antecedentes, mientras que las aguas profundas de Río Negro permiten un acceso más cercano para los barcos, ahorrando recursos.
La decisión final será técnica y estará a cargo de una comisión integrada por ambas empresas, según Horacio Marín, presidente de YPF. Mientras tanto, los intereses y la presión política continúan jugando un papel crucial en esta disputa.