Desde el Gobierno cuestionaron al PRO por votar en contra del DNU que aumentaría los fondos reservados de la SIDE.
El presidente Javier Milei y el ex mandatario Mauricio Macri mantuvieron una reunión a solas en la Residencia de Olivos el pasado miércoles, en medio de tensiones políticas entre el oficialismo y el PRO. El encuentro se dio el mismo día en que el partido fundado por Macri se sumó a la oposición para rechazar el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que asignaba 100.000 millones de pesos adicionales a la SIDE para gastos reservados, generando fricciones entre ambas fuerzas políticas.
A pesar del contexto adverso, fuentes oficiales señalaron que la conversación entre Milei y Macri transcurrió en un ambiente cordial y con agenda abierta. “Hablaron un largo rato y hubo buen clima entre ellos”, indicaron desde el entorno presidencial. Desde el círculo cercano al ex mandatario confirmaron que se trató de una cena “a solas” y que el diálogo fue “amable”, incluso mientras algunos militantes libertarios expresaban críticas hacia Macri en las redes sociales.
“Mientras los trolls de Santiago Caputo atacaban a Macri con agresividad, él estaba cenando en Olivos con el presidente. Con el respeto y cariño que ambos se tienen” reveló una fuente cercana al ex presidente a Clarín.
Este encuentro marca la segunda reunión privada entre ambos líderes en las últimas dos semanas. Anteriormente, el 12 de agosto, Macri había visitado la quinta presidencial con la intención de limar asperezas y abordar temas de interés común, incluyendo la posibilidad de forjar un acuerdo electoral entre La Libertad Avanza y el PRO de cara a futuras contiendas electorales. Aunque aún no se definieron los detalles de una posible alianza, ambos dirigentes parecen dispuestos a mantener canales de diálogo abiertos.
Mientras tanto, en el ámbito legislativo, el oficialismo enfrentó un revés significativo cuando una coalición improvisada integrada por el PRO, la UCR, el kirchnerismo y partidos provinciales aprobó en el Senado la reforma jubilatoria. Ante esta situación, el vocero presidencial Manuel Adorni reafirmó la postura del Ejecutivo al declarar que “el equilibrio fiscal es absolutamente innegociable”, dejando entrever la posibilidad de un veto parcial o total a la normativa aprobada.
Dentro de la Casa Rosada, algunos funcionarios expresaron descontento con el rol de Macri en los recientes acontecimientos, atribuyéndole un afán de protagonismo que, según ellos, dificulta la gobernabilidad. No obstante, otros sectores del PRO ven con buenos ojos la posibilidad de acercamientos estratégicos con La Libertad Avanza, especialmente con miras a las elecciones de 2025 en distritos clave como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.