La defensa del ex presidente intensificó la estrategia para poner en tela de juicio el estado de salud mental de la ex primera dama.
El ex presidente Alberto Fernández intensificó su estrategia de defensa en la causa en la que se lo acusa de agredir físicamente a su ex mujer, Fabiola Yáñez. El ex mandatario presentó documentación clínica que sugiere un desequilibrio psicológico de Yáñez y aportó cuadernos manuscritos que, según su defensa, refuerzan esta teoría. La abogada de Fernández, Silvina Carreira, entregó estas pruebas en los tribunales de Comodoro Py, buscando cuestionar la salud mental de la ex primera dama.
Además de los documentos, Fernández recurrió a testimonios que buscan debilitar la credibilidad de Yáñez. Una testigo, identificada como una ex empleada de la Quinta de Olivos, declaró ante un escribano que Yáñez tenía problemas con el alcohol y que los moretones que presentaba se debían a caídas producto de su estado.
La defensa de Fernández insistió en que todas las pruebas manuscritas aportadas fueron verificadas por peritos caligráficos, quienes confirmaron que la escritura pertenecía a una misma persona, supuestamente Yáñez. Ahora, la fiscalía deberá realizar su propio peritaje para corroborar la autenticidad de los documentos presentados por la defensa del ex presidente.
Sin embargo, esta estrategia podría tener un efecto adverso para Fernández. Fuentes judiciales señalaron que, si se demuestra que Yáñez tenía un problema de alcoholismo y fue abandonada junto a su hijo pequeño, podría configurarse el delito de abandono de persona. Además, si se confirma que la ex primera dama tenía un desequilibrio emocional, esto podría agravar las acusaciones en su contra, especialmente si se prueba que fue víctima de agresiones.
La situación se complica aún más con los mensajes y fotografías que Yáñez aportó al expediente, donde describe agresiones sufridas en 2021 y muestra evidencias de moretones en su rostro y brazos.