La Sindicatura General de la Nación iniciará auditorías en comedores que, bajo la gestión anterior, recibieron miles de kilos de alimentos. Se descubrió que el 47,5% de estos lugares nunca existió.
El Gobierno auditará los comedores comunitarios y merenderos que durante la administración de Alberto Fernández fueron registrados en el sistema del Registro Nacional de Comedores y Merenderos (ReNaCoM), ya que se sospecha que muchos de estos lugares nunca existieron y podrían haber estado involucrados en un esquema de desvío de alimentos destinados a la población más necesitada.
La auditoría estará a cargo de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), que depende directamente de la Casa Rosada. Esta medida se produce tras las denuncias de que miles de kilos de alimentos, comprados con fondos públicos, fueron entregados a comedores fantasma o mal distribuidos por organizaciones piqueteras y movimientos sociales vinculados al anterior gobierno.
En su mayoría, los comedores registrados estaban relacionados con movimientos piqueteros, que distribuían los alimentos en barrios vulnerables. Sin embargo, los informes preliminares revelaron que una gran cantidad de estos centros no funcionaba o ni siquiera existían en las ubicaciones declaradas.
Sandra Pettovello, actual ministra de Capital Humano, denunció ante la Justicia que muchos de los lugares registrados en el ReNaCoM “no existían” pero, aun así, recibían grandes volúmenes de alimentos. Estos productos eran adquiridos por el Estado a través del ex Ministerio de Desarrollo Social y estaban destinados a los sectores más necesitados. Solo el 7% de los comedores que recibían estos bolsones rendía cuentas de los alimentos distribuidos.
Las auditorías internas ya realizadas entre febrero y abril de 2024 muestran que, de los 3.385 comedores inspeccionados, casi la mitad (47,5%) nunca operaron, mientras que el 27% presentaba inconsistencias en los datos de su registro, con direcciones falsas o erróneas. A esto se suma que muchas de las organizaciones piqueteras responsables de la distribución no pudieron demostrar cómo se utilizaban los alimentos.