A pesar del reconocimiento a la utilización legítima del veto presidencial, el discurso del diputado nacional estuvo principalmente cargado de críticas al Gobierno.
En un acto realizado en La Plata, Máximo Kirchner, líder de La Cámpora, criticó duramente al Gobierno actual, enfocándose en su intento de privatizar Aerolíneas Argentinas y otras políticas económicas. Kirchner, frente a miles de militantes en el Club Atenas, reafirmó la centralidad de Cristina Fernández de Kirchner en el movimiento peronista. “Nada sin Cristina”, podía leerse en una bandera en el lugar, destacando la influencia de la ex vicepresidenta como guía política del espacio. En su discurso, llamó a la militancia a organizarse y resistir lo que definió como un “saqueo” del país.
Kirchner también se refirió al uso del veto presidencial en la reforma jubilatoria, un mecanismo que generó contradicciones en el arco político. “El veto es constitucional, hay que dejar de patalear y ponerse a construir”, afirmó, haciendo un llamado a la militancia a no distraerse en debates estériles y enfocarse en propuestas constructivas. Además, destacó la importancia de enfrentar con decisión los problemas que aquejan al país, como la pobreza y la extracción de recursos naturales en condiciones desfavorables: “Si nuestro pueblo tiene hambre y se llevan nuestro gas, nuestro petróleo, la minería, el oro y la plata, es saqueo”.
En cuanto a las internas políticas, Kirchner fue directo en su crítica a aquellos que, según él, no asumieron sus responsabilidades. Apuntó contra Daniel Scioli y afirmó: “Dicen que Scioli perdió porque los que estamos acá no militamos. El que no militó nunca fue él, ese fue el problema”. También reclamó más autocrítica dentro del peronismo, señalando que es necesario reconocer errores y evitar la soberbia, sugiriendo que algunos dirigentes critican a Cristina Kirchner en lugar de mirar sus propios fallos.
El líder de La Cámpora hizo referencia a las elecciones presidenciales de 2023 y la indecisión que hubo sobre quién debía ser el candidato peronista, apuntando: “Lamentablemente, había compañeros que dudaban si el candidato tenía que ser Wado o Scioli. Miren dónde está cada uno ahora”. Kirchner dejó claro que para él la conducción debe ser clara y aceptada, defendiendo nuevamente a su madre y su papel en la unidad del peronismo.