El gobernador bonaerense busca mantener su neutralidad en la interna del partido, pero su indefinición molesta en el kirchnerismo duro.
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, criticó duramente la decisión del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, de judicializar la disputa por la presidencia del Partido Justicialista (PJ). Desde La Plata repudiaron la decisión, calificándola de “totalmente descabellada”. En un contexto de fuerte división interna, Kicillof intentó mantenerse al margen de la controversia, aunque enfrenta presiones de varios sectores del kirchnerismo.
La ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner había señalado a Kicillof como presunto apoyo de la candidatura del “Gitano” en la interna partidaria, situación que puso al mandatario bonaerense en una posición incómoda. Desde su entorno, aseguran que, aunque no se pronunció públicamente sobre la judicialización, Kicillof “está en contra” de esta medida y busca mantenerse al margen de las disputas partidarias.
Durante un acto en Ensenada, Kicillof reiteró su llamado a la unidad dentro del peronismo. “Nuestro pueblo nos pide que estemos unidos. Que en lugar de plantear cualquier tipo de división y disputa, busquemos la unidad”, afirmó. Insistió en que “con el único que me quiero pelear es con Milei y con sus socios”.
A pesar de los esfuerzos del gobernador bonaerense por no alinearse públicamente con ningún sector, su postura de neutralidad generó tensiones con el kirchnerismo duro. Hace dos semanas, Fernández de Kirchner expresó su decepción ante la falta de definiciones de Kicillof, señalando que “me hace ruido y me provoca dolor que haya gente que no se define”. Sus declaraciones dejaron en evidencia la creciente grieta dentro del espacio peronista.